Varios líderes de El Caribe denunciaron este jueves los problemas del sistema financiero internacional y propusieron una serie de soluciones para aliviar la crisis actual, profundizada por la pandemia de la Covid-19.

El sistema financiero internacional está roto, enfatizó Mia Mottley, primera ministra de Barbados, durante una Mesa Redonda previa al vigésimo octavo período de sesiones del Comité de Desarrollo y Cooperación del Caribe (CDCC). 

La dirigente de 54 años recalcó, además, que 'estamos ofreciendo soluciones sistémicas globales a problemas sistémicos globales y confío en que nuestras voces serán escuchadas'. 

Por su parte, el primer ministro de las Islas Vírgenes Británicas, Andrew A. Fahie, lamentó los estragos causados por la pandemia del nuevo coronavirus en la región y en todo el planeta, y propuso una serie de recursos para la recuperación socioeconómica 'postCovid-19'.

En una eventual recuperación de la Covid-19, se necesitarán inversiones a mediano y largo plazo para que economía global vuelva a una senda de crecimiento saludable, para que las personas puedan vivir una vida mejor, recalcó.

Asimismo, el ministro de Hacienda de San Vicente y las Granadinas, Camillo Gonsalves, dijo que 'necesitamos respuestas inmediatas e innovadoras a esta calamidad regional'.

Nuestro lenguaje debe ser subvención, alivio, canje y suspensión de deuda. Nuestra solución debe proporcionar políticas para enfrentar desafíos económicos y sociales, enfatizó.

El CDCC sesionará hoy en modo virtual con el objetivo cardinal de promover y fortalecer la cooperación e integración económica y social entre los países de la región con América Latina.

Este período de sesiones de la organización abundará en el intercambio de información y experiencias entre sus miembros, y en el impulso de las posiciones y estrategias comunes sobre cuestiones económicas y sociales entre las naciones del Caribe y sus relaciones con terceros países.

Fundado en 1975, el CDCC busca las vías para instaurar un diálogo sobre las estrategias que le permitirán a los países de la región pasar de la vulnerabilidad al desarrollo resistente, y del peligro económico a la recuperación y el crecimiento dinámico.