Argentina: La función de la OEA no es patrocinar golpes de Estado
El canciller argentino, Felipe Solá, arremetió contra la Organización de Estados Americanos (OEA) por su posición sobre el golpe de Estado al expresidente boliviano Evo Morales.
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Felipe Solá, canciller argentino.
“Lo que ocurrió en Bolivia no hubiese sido posible sin la anuencia de la OEA. Su función es denunciar golpes de Estado, no patrocinarlos”, indicó el Solá en la red social Twitter.
Solá se refirió, de este modo, a la misión de observación de los comicios de 2019 de la OEA, que publicó un desacertado informe preliminar de auditoría en el que alegaba sin presentar prueba alguna de que Morales no había conseguido los votos suficientes, por lo que maquinó un “fraude”.
El duro mensaje del canciller argentino se ha emitido tras la asunción del nuevo Gobierno de Luis Arce en Bolivia, que permitió el regreso del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder, y a su líder, Morales, al país andino, un año después de exiliarse en México y Argentina tras sufrir el golpe de Estado en su contra dado por la oposición, que desconoció su relección en las presidenciales de 2019.
Solá celebró el triunfo del sucesor político de Morales en las presidenciales del pasado octubre celebradas en Bolivia y el retorno del exmandatario a su país, para luego reiterar su colaboración en este nuevo proceso de unidad. “Trabajaremos en esta nueva etapa política del continente para recuperar la unidad perdida, con la voluntad de una integración fuerte y responsable”, señaló.
Trabajaremos en esta nueva etapa política del continente para recuperar la unidad perdida, con la voluntad de una integración fuerte y responsable.
— Felipe Solá (@felipe_sola) November 10, 2020
Lo que ocurrió en Bolivia no hubiese sido posible sin la anuencia de la OEA. Su función es denunciar golpes, no patrocinarlos.
Anteriormente, el funcionario argentino había apuntado contra el secretario general de la OEA, Luis Almargo, por su postura ante Venezuela. Consideró que el dirigente no cumple con la función de promover las relaciones económicas, políticas, culturales y jurídicas, sino que por el contrario opta por posiciones personales que terminan alimentando el problema al que se debe solucionar.