Cuba, ¿una prioridad para Biden?
Es posible aspirar a una mejoría en los vínculos entre ambos países con el comienzo de la administración de Joe biden; sólo resta esperar para ver, según expertos.
-
Biden intetará desmontar las políticas de Trump.
Donald Trump deja en 2020 cifras inéditas de daños por el bloqueo contra Cuba, cuestión que coloca sobre el tapete muchas interrogantes sobre el futuro de la relación bilateral con la llegada de Joe Biden a la presidencia.
Por primera vez en seis décadas esta política hostil provoca pérdidas superiores a los cinco mil millones de dólares en un año, impulsadas por 241 medidas unilaterales.
Recientemente, Biden manifestó su intención de dar un nuevo enfoque hacia la isla caribeña y calificó la política actual de la Casa Blanca de un fracaso total.
Pero hay desafíos como la economía nacional, el comercio, la crispación política y social entre los estadounidenses que dejan incertidumbres en torno a qué nivel de prioridad pudiera tener Cuba para el mandatario entrante.
En entrevista exclusiva con Prensa Latina, el analista del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), Jorge Casals, refirió que Trump se la dejó difícil al nuevo mandatario con la proliferación de los grupos supremacistas, esa clase frustrada que perdió su horizonte y llega ahora a niveles insólitos de descontrol.
Diría que lo más fácil que le puede resultar a la nueva administración sería iniciar el desmontaje de las barbaridades de Trump con respecto a Cuba e Irán; diría que es lo más fácil, lo que pasa es que necesariamente Biden tiene que tener tiempo y voluntad real para hacerlo, puntualizó el experto.
Asimismo, Casals hizo hincapié en que el magnate republicano es un representante de la plutocracia estadounidense, pero Biden también.
“Lo que no es lo mismo la utilización del poder estúpido, el que produce más daño al que lo profesa que hacia quien lo dirige, que el poder inteligente basado en la capacidad de atracción, de ejemplo, aunque hablar de ejemplo por estos días es difícil cuando el mundo entero vio lo ocurrido en Washington”, destacó el investigador.
Para hablar del tema de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el estudioso opinó que deben emplearse los términos civilizadas, respetuosas, y de acuerdo con el derecho internacional, y para ello deben eliminarse restricciones como las de la llegada de combustible, los viajes, o las remesas.
“Cada vez que oigo normalización de las relaciones, lo rechazo; normalización es lo normal, lo normal es lo que se ha hecho siempre, y lo que se ha hecho siempre en las relaciones entre ambos países es tratar de imponer condiciones desde la Casa Blanca”, apuntó.
“Hay perspectivas reales de avance. Creo que a la economía estadounidense también le interesa. Además, sin temor a equivocarme, no debe haber ya un presidente peor que Trump en Estados Unidos, donde él y Geroge W. Bush fueron catalogados como tal; si hay uno peor, provocaría una tercera guerra mundial, y si hay tal conflagración no va a existir nadie que me diga que me equivoqué, porque no va a quedar nadie para decírmelo”.
Sin descuidar la influencia que los grupos cubano-miamenses pueden ejercer en algún momento, es posible aspirar a una mejoría en los vínculos entre ambos países con el comienzo de la administración de Joe biden; sólo resta esperar para ver, concluyó el experto.