EE.UU. y la chatarra política sobre Cuba
Los legisladores están cada vez más impacientes por que el gobierno de Biden concrete su postura hacia Cuba.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, enfrenta presiones para definir su política hacia Cuba, según informa el diario "The Hill", mientras muchos en ese país abogan por abrir negociaciones con la isla contrario a lo que piensan senadores cubanoamericanos que quieren mantener las acciones agresivas contra el pueblo cubano.
Al respecto, Fulton Armstrong, profesor de la American University y director de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) durante el gobierno de Clinton, dijo que declaraciones como las de los senadores Robert Menéndez (D) y sus colegas republicanos Marco Rubio y Ted Cruz, entre otros, son precisamente la razón por la que el gobierno de Biden no puede permitirse esperar para establecer su política hacia Cuba.
"Dar largas parece más una decisión consciente, es que no hay liderazgo en ello. Y si hay algo que los perros de la chatarra política (los senadores Cruz, Rubio y Menéndez) saben hacer, es llenar vacíos de liderazgo. Y si no se ponen marcadores, la gente llenará ese espacio”, apuntó en referencia a sectores anclados en las políticas fracasadas durante años.
Los legisladores están cada vez más impacientes por que el gobierno de Biden concrete su postura hacia Cuba, ya que la Casa Blanca da pocas pistas sobre cómo abordará el país isleño, reseña el diario estadounidense "The Hill".
El presidente Biden dijo que quiere un restablecimiento de las relaciones, pero eso se complicó por consideraciones políticas contrapuestas, tensiones sobre Venezuela y presuntos ataques “sónicos” contra diplomáticos estadounidenses en La Habana.
Un trío de republicanos del Senado está tratando de asegurarse de que el nuevo presidente no pueda eliminar a la Mayor de las Antillas de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo -una designación de última hora hecha por la administración Trump- mientras buscan detener cualquier cambio en el enfoque de EE.UU. Biden no ha indicado si buscará la eliminación de la Isla de la lista.
En el otro lado del pasillo, varios demócratas están presionando por una política más abierta, destacando los beneficios potenciales para los antiguos adversarios de la Guerra Fría. "Biden hizo campaña sobre la revertir la decisión de suspender los viajes y remesas e argumentó la preocupación por los cubanoamericanos, por las familias, por la situación humanitaria y que los estadounidenses pueden ser los mejores embajadores de todos esos valores", dijo Geoff Thale, presidente de la Oficina de Washington para América Latina, que ha pedido la ampliación de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba.
"Hicieron el compromiso durante la campaña, y creo que lo van a cumplir. Creo que el momento de hacerlo está en duda y depende de su juicio sobre la política de Florida y la del Senado", apuntó en declaraciones citadas por "The Hill".
Un cambio hacia Cuba no está actualmente entre las principales prioridades del presidente Biden", declare la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en una sesión informativa a principios de este mes.
Pero para muchos legisladores, el tiempo es esencial. "Los dos últimos años de la administración Obama vieron una explosión de cambios positivos en Cuba. El incipiente sector privado de la Isla floreció, la innovación, Internet, las comunicaciones y el espacio político se expandieron, y los intercambios entre los dos pueblos se multiplicaron. ... Comenzaron los diálogos sobre temas difíciles como la reforma económica y los derechos humanos", manifestó la semana pasada en la Cámara de Representantes, Jim McGovern (demócrata de Massachusetts), un viejo defensor de la normalización de las relaciones, que culpó a la administración Trump de frenar por sí sola ese progreso.
Advierte la publicación estadounidense que la vacilación de Biden para tomar medidas inmediatas podría deberse al dolor de cabeza que podría crear. El senador Robert Menéndez (demócrata de Nueva Jersey), presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y considerado un enemigo en la sombra de Biden, se opone desde hace tiempo a cualquier cambio en la dura postura de Estados Unidos hacia Cuba.
La capacidad de Biden para cumplir sus promesas de campaña en relación con la isla caribeña sufrió un revés en noviembre, después de que los demócratas perdieran dos escaños en el Congreso en el sur de Florida, uno de los cuales incluye el barrio de la Pequeña Habana de Miami, así como a venezolanos, colombianos y nicaragüenses, algunos de los cuales se trasladaron a Estados Unidos por su descontento con sus gobiernos.
"Creo que sería una tontería que [Biden] gastara mucho capital político en algo que realmente no va a gustar a mucha gente y que es más un perdedor que un ganador en el sentido político", señaló Darío Moreno, profesor en el Instituto de Investigación sobre Cuba, de la Universidad Internacional de Florida.
El ctual inquilino de la Casa Blanca se enfrenta a la presión de los demócratas que esperaban que reflejara más estrechamente las políticas de su última etapa en la Casa Blanca, cuando la administración Obama suavizó las restricciones a los viajes y las remesas.
"Las sanciones unilaterales casi nunca funcionan y han fracasado estrepitosamente en Cuba", expresó el senador Patrick Leahy (demócrata de Vermont) en una declaración reciente, en la que culpaba a la administración Trump de hacer retroceder las políticas de Obama "para conseguir el favor de los votantes de Florida."
"Si el gobierno de Biden condiciona nuestro reencuentro con Cuba a medidas que sabemos que su gobierno no tomará y que no exigimos a los aliados de Estados Unidos que no sean menos y en algunos casos más represivas, perpetuaremos una política que ha perjudicado, no ayudado, al pueblo cubano", dijo Leahy, añadiendo que "Estados Unidos puede comprometerse activamente o ver cómo nuestros competidores llenan el vacío, como ya lo están haciendo."
Sin embargo, para muchos legisladores, el tiempo es esencial, entre ellos el representante Jim McGovern (demócrata de Massachusetts) quien es partidario de una pronta apertura. "No cometamos el error de avanzar lenta e incrementalmente. Tenemos que actuar ahora”.
El artículo de "The Hill" coincide con acciones contra el bloqueo estadounidense realizadas en cerca de 60 naciones el fin de semana, lo que evidencia el creciente rechazo a que se mantengan las políticas para asfixiar a los cubanos.