Irán: el enriquecimiento en la instalación nuclear de Natanz no se ha detenido
En una entrevista televisada el lunes, Kazem Gharibabadi, que también es embajador de Irán ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), dijo que las centrifugadoras IR-1 dañadas fueron sustituidas en poco tiempo por otras capaces de un 50 por ciento más de capacidad de enriquecimiento.
El representante permanente de Irán ante las Organizaciones Internacionales con sede en Viena señaló que, a pesar de un acto de sabotaje, el enriquecimiento en la instalación nuclear salvaguardada de Natanz no se ha detenido.
En una entrevista televisada el lunes, Kazem Gharibabadi, que también es embajador de Irán ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), dijo que las centrifugadoras IR-1 dañadas fueron sustituidas en poco tiempo por otras capaces de un 50 por ciento más de capacidad de enriquecimiento.
Añadió que la última generación de centrifugadoras de fabricación iraní también se instalará en Natanz en un futuro próximo.
Sus declaraciones se produjeron justo un día después que un temerario acto de sabotaje tuviera como objetivo la red de distribución de electricidad de la instalación nuclear de Shahid Mostafa Ahmadi Roshan en Natanz, que es un centro de enriquecimiento de uranio situado en la ciudad del mismo nombre en la provincia central iraní de Isfahan.
"La responsabilidad total de este acto de sabotaje recae en el régimen sionista de "Israel" y sus partidarios", dijo además Gharibabadi, añadiendo que el ataque tenía como objetivo debilitar la moral y los esfuerzos de los científicos nucleares de Irán.
"La experiencia ha demostrado que Irán ha salido más fuerte que antes después de tales actos desesperados de sabotaje", subrayó.
Dijo que, además de sustituir las centrifugadoras dañadas por otras más potentes y de un plan para añadir nuevas máquinas a la instalación, también está previsto adoptar una serie de otras medidas técnicas, en respuesta al ataque del domingo, que se comunicarían al OIEA esta semana.
En otra parte de sus declaraciones, Gharibabadi dijo que Irán había enviado una carta a Rafael Grossi, jefe del OIEA, pidiéndole que condenara el acto de sabotaje contra la planta de enriquecimiento de combustible de Natanz.
Por otra parte, el lunes, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, condenó enérgicamente, en una carta dirigida al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el ataque deliberado contra las instalaciones nucleares salvaguardadas de la República Islámica como un "crimen de guerra".
"Teniendo en cuenta las posibles consecuencias humanas y medioambientales indiscriminadas de este crimen internacional, quienes planearon, ordenaron, participaron y llevaron a cabo este cobarde acto cometieron un grave crimen de guerra", dijo Zarif.
El acto de sabotaje se produjo un día después de que Irán comenzara a alimentar con gas a cascadas de nuevas y avanzadas centrifugadoras y diera a conocer 133 logros para conmemorar su Día Nacional de la Tecnología Nuclear y mostrar la naturaleza pacífica de su progreso.