Transporte público en El Líbano: una crisis histórica que se empeora
En ausencia de un sistema público, la cultura del automóvil prosperó con anterioridad en El Líbano y en muchos hogares, incluso los más modestos, la familia disponía de varios vehículos.
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Transporte público en El Líbano: una crisis histórica que se empeora
Desde 2019, la peor crisis económica y financiera en décadas puso en un rasero inasequible la compra de carros para la inmensa mayoría de los libaneses y obligó hoy en día a buscar otras variantes de transporte para los ciudadanos.
El problema del transporte público en Líbano es antiguo y se agravó en los últimos años, y según los observadores refieren que al trepar el precio del combustible y a la vez caer casi 80 por ciento de la población debajo del umbral de la pobreza, la tendencia a una transportación más sana y barata comienza a emerger, y se prolifero el uso de los llamados tuk-tuks (triciclos motorizados de tres ruedas), las bicicletas, compartir el automóvil y los autobuses colectivos, son ahora más frecuentes en el tráfico infernal de las ciudades libanesas.
Estas otras variantes de transporte estuvieron mayormente fuera de cualquier consideración, en razón de la naturaleza vanidosa de gran parte de los ciudadanos libaneses, pero hoy una revisión del bolsillo los puso sobre la tierra, y la crisis actual comienza a romper estereotipos en el modo de vida de los libaneses.
Hay más de dos millones de automóviles para seis millones de personas en Líbano, con motivo de lo cual el tráfico, sobre todo en las grandes ciudades, supone una gran prueba de paciencia por los congestionamientos.
Las importaciones de vehículos automotores cayeron en 70 por ciento durante los últimos años y las compras a casi nada, porque con la moneda local depreciada en más de 100 por ciento respecto al dólar, los libaneses se concentran en otros consumos.