Amazon y Google: Socios del apartheid israelí
Los servidores de Amazon y Google también ayudarán al sistema israelí de interceptación de misiles Cúpula de Hierro, que ha ayudado a "Israel" a tratar de neutralizar los cohetes procedentes de Gaza para poder mantener un silencio forzado de los palestinos.
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Amazon y Google: Socios del apartheid israelí
Las corporaciones estadounidenses Amazon y Google no se limitan en hacer negocios con "Israel" y están trabajando activamente para construir y mejorar su infraestructura tecnológica para vigilar a los palestinos y confinarlos en los guetos que el ejército sionista creó para ellos, según advirtió un artículo publicado en el sitio digital Dissident Voice.
A través de su colaboración en el Proyecto Nimbus de "Israel", ambas empresas están ayudando a eliminar cualquier presión sobre Israel para que haga la paz con los palestinos y, en cambio, se están convirtiendo en socios del apartheid israelí.
Ahora los trabajadores de ambas empresas están hablando, la mayoría de ellos de forma anónima por miedo a lo que llaman "represalias".
Este mes, unos 400 empleados de las dos empresas publicaron una carta en el periódico The Guardian en la que alestaban que Amazon y Google habían sido contratados para suministrar "tecnología peligrosa" al ejército y al gobierno israelíes que haría el dominio de Tel Aviv sobre los palestinos "aún más cruel y mortífero."
El contrato de mil 200 millones de dólares para el Proyecto Nimbus adjudicado a principios de este año significa que las dos empresas tecnológicas van a construir centros de datos en "Israel".
En una señal de lo consciente que es "Israel" de la posible reacción contra la participación de Amazon y Google, el contrato prohíbe a las empresas tecnológicas retirarse debido a la presión de los empleados o del creciente movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS). Los términos de los contratos también se mantienen en secreto para evitar el escrutinio, comenta el artículo.
Proporcionar a "Israel" las herramientas tecnológicas para aplicar mejor tanto su beligerante ocupación militar como sus políticas de apartheid que privilegian a los judíos sobre los palestinos se parece sospechosamente a ganar mucho dinero por coludir con el mal.
En palabras del personal denunciante, la colaboración de Amazon y Google permite "una mayor vigilancia y recopilación ilegal de datos sobre los palestinos, y facilita la expansión de los asentamientos ilegales de Israel en tierras palestinas", señala la publicación.
Dos empleados, Gabriel Schubiner, ingeniero de software de Google, y Bathool Syed, estratega de contenidos de Amazon, lo hicieron público en la web de la NBC poco después de la publicación de la carta en The Guardian.
Dieron ejemplos de cómo "Israel" podría utilizar los servicios informáticos de Amazon y Google para ayudar a imponer la ocupación.
Los datos se utilizarían para identificar casas palestinas para su demolición, en lo que a menudo son movimientos de despojo de tierras por parte de "Israel" para construir o ampliar asentamientos ilegales.
Y la información recopilada y almacenada en los servidores guiaría los ataques contra las zonas edificadas de Gaza, que "Israel" lleva bloqueando desde hace 15 años. En anteriores campañas militares bombardeó hospitales, escuelas y universidades palestinas.
Los servidores de Amazon y Google también ayudarán al sistema israelí de interceptación de misiles Cúpula de Hierro, que ha ayudado a "Israel" a tratar de neutralizar los cohetes procedentes de Gaza para poder mantener un silencio forzado de los palestinos mientras los mantiene confinados y les impone un férreo bloqueo a los habitantes del enclave, sostiene el material periodístico.
Los dos empleados también señalaron que Amazon y Google estarán directamente implicados en las políticas de apartheid más amplias de Israel, del tipo criticado a principios de año por los grupos de derechos humanos, incluido el organismo de vigilancia de la ocupación israelí B'Tselem.
Nimbus prestará servicios a la Autoridad de Tierras de "Israel", que no solo asigna tierras para asentamientos ilegales, sino que supervisa políticas discriminatorias en la asignación de tierras dentro de "Israel" que privilegian abiertamente a los judíos frente a la quinta parte de la población israelí que son nativos palestinos.
Israel afirma que estos llamados árabes israelíes son ciudadanos iguales, pero sufren una discriminación sistemática, como han puesto de manifiesto B'Tselem y la organización neoyorquina Human Rights Watch.
Amazon y Google han hecho caso omiso de anteriores llamamientos del personal para que den prioridad a los derechos de los palestinos frente al aumento de los beneficios que supone la connivencia con la economía de guerra de "Israel".
En mayo, muchos cientos de personas -de nuevo de forma anónima- instaron a ambas empresas a romper sus vínculos con el ejército israelí poco después de que matara a casi 260 palestinos, entre ellos más de 60 niños, en un ataque contra la asediada Gaza.
Las cifras publicadas este mes demuestran el lugar central que ocupa "Israel" en la economía digital mundial. A pesar de su diminuto tamaño, la cuota de inversiones en alta tecnología de Tel Aviv asciende ahora a un tercio de las realizadas en los países europeos.
"Israel" se ha beneficiado especialmente de la creciente demanda en Occidente de sus tecnologías de vigilancia, armas cibernéticas y desarrollos en inteligencia artificial militarizada, argumental el texto.
Los militares israelíes y las empresas derivadas lanzadas por soldados retirados tienen una ventaja competitiva, ya que afirman que sus tecnologías han sido "probadas en combate" contra los palestinos en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza.
Según los informes de los medios de comunicación locales, "Israel" está preparado para convertirse en una "encrucijada mundial de datos".
Además de Amazon y Google, se espera que Microsoft, Oracle e IBM construyan cuartos de servidores en "Israel" para aprovechar la mayor integración de las tecnologías digitales y militares.
El papel fundamental de "Israel" en la alta tecnología -desde su planta de chips de Intel hasta empresas como AnyVision y Onavo, que ofrecen tecnologías especializadas de vigilancia, reconocimiento facial y extracción de datos- significa que nadie puede permitirse el lujo de caer en desgracia con ese régimen.
Google y Facebook ya se han enfrentado a críticas por su trabajo con "Israel" censurando a los palestinos en las redes sociales o haciéndolos invisibles en los mapas online.
Desde el principio, Google se asoció con la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional, el Pentágono y el Departamento de Estado estadounidense, o recibió dinero de ellos.
Los cerca de 400 empleados anónimos aún esperan poder replicar las victorias anteriores que acabaron con la complicidad de las corporaciones tecnológicas en la opresión y la agresión militar.
Conseguir que Amazon o Google cumplan sus compromisos públicos de comportamiento ético retirándose del Proyecto Nimbus puede resultar mucho más difícil, y no solo por las obligaciones contractuales en las que ha insistido "Israel".
"Israel" se ha convertido en una parte demasiado importante de la industria mundial de la vigilancia y la guerra como para que cualquier gigante de la tecnología se arriesgue a enemistarse con él.
Con los abundantes beneficios que se derivan de una colaboración más estrecha con el complejo militar-industrial, se presionará para que se estrechen los lazos con "Israel", sea cual sea su historial de derechos humanos.
Y con el lobby israelí profundamente arraigado en las capitales occidentales, las empresas tecnológicas no querrán arriesgarse al daño de reputación que supone ser tachado de antisemita por boicotear a Israel.
Es posible que aumente la presión sobre muchas empresas para que se distancien de "Israel" por sus políticas de ocupación y apartheid.
Pero para Amazon y Google son esas mismas prácticas de ocupación y apartheid las que constituyen un filón tecnológico a la espera de ser explotado.