Activista bahreiní encarcelado corre peligro tras 100 días de huelga de hambre
Abduljalil Abdulla al-Singace, de 59 años, fue condenado a cadena perpetua por su activismo en favor de la democracia durante el levantamiento popular bahreiní y lleva en huelga de hambre desde el 18 de julio en protesta por los malos tratos que recibe en la conocida prisión de Jau.
El estado de salud del activista de derechos humanos y opositor bahreiní encarcelado, Abduljalil Abdulla al-Singace, se ha deteriorado mucho al entrar en su centésimo día de huelga de hambre, según un informe.
La agencia de noticias Bahrain al-Youm, con sede en Gran Bretaña y en lengua árabe, informó que el activista de 59 años, condenado a cadena perpetua por su activismo en favor de la democracia durante el levantamiento popular bahreiní, lleva en huelga de hambre desde el 18 de julio en protesta por los malos tratos que recibe en la conocida prisión de Jau.
La vida de Singace está ahora en peligro, añade el informe, ya que sus niveles de azúcar en sangre son muy bajos, y tiene una proporción inusualmente baja de calcio, así como un recuento bajo de glóbulos blancos.
Mientras tanto, varias organizaciones de derechos humanos bahreiníes y extranjeras, así como varias personalidades políticas y académicas internacionales, han condenado al régimen bahreiní por los malos tratos infligidos a Singace y han exigido su liberación inmediata.
Singace fue detenido en 2009 y 2010 por sus actividades en favor de los derechos humanos y liberado posteriormente tras la presión internacional y local. En 2011, fue detenido de nuevo, torturado y abusado sexualmente bajo custodia, y condenado a cadena perpetua.
La incesante represión del régimen de Al Khalifah
Por otra parte, el padre de un preso político bahreiní ha sido citado para ser interrogado por su participación en las manifestaciones contra el régimen.
"Cada vez que muere un preso bahreiní, recibo multas y castigos de algún tipo. Una vez me multaron, otra vez me encarcelaron y ahora me interrogan por participar en el cortejo fúnebre del ex detenido Ali Qambar", declaró.
Qambar falleció el 25 de septiembre tras perder su batalla contra el cáncer, que había desarrollado como consecuencia del abandono y la tortura en los centros de detención del régimen de Bahrein.
"Los interrogadores me dicen que tengo un historial pésimo cada vez que me citan. ¿Qué debo hacer? ¿Debo callar hasta que muera otro detenido y se lleven su cuerpo de la cárcel?", argumentó el anciano.
Ya en abril, el clérigo chiíta más destacado de Bahrein, cheikh Isa Qassim, dijo que la elaboración de una nueva constitución era la única forma de salir de la crisis política en el pequeño reino azotado por las protestas, e instó al régimen a buscar un acuerdo con la oposición bahreiní en lugar de reprimir cada vez más la disidencia.
En Bahrein se celebran manifestaciones con regularidad desde que comenzó un levantamiento popular a mediados de febrero de 2011.
Los participantes exigen que el régimen de Al Khalifah abandone el poder y permita establecer un sistema justo que represente a todos los bahreiníes.
Sin embargo, Bahrein ha hecho todo lo posible para reprimir cualquier signo de disidencia.