Prisioneros en Barhéin logran respeto a algunos derechos reclamados
La huelga de hambre involucra a más de 800 reclusos, la mayoría opositores, y continuará en varios recintos del país, mientras las autoridades no den respuestas "genuinas y serias".
Las autoridades de Bahréin acordaron conceder a los presos políticos algunos derechos básicos, como resultado de una de las mayores huelgas de hambre organizadas en la historia de ese país.
El Ministerio del Interior bahreiní anunció su decisión de prolongar los períodos de visitas y explorar la posibilidad de aumentar el tiempo al aire libre para los reclusos en la prisión de Jaw, donde comenzó la protesta este 7 de agosto.
A pesar de ese logro, los más de 800 presos involucrados en el reclamo continúan negados a recibir alimento, hasta tanto las autoridades tengan en cuenta todos sus demandas "de manera genuina y seria".
Muchos de los huelguistas son opositores políticos, detenidos durante la represión de las protestas populares en 2011.
El Instituto de Bahréin para los Derechos y la Democracia (BIRD) criticó la respuesta tardía por parte del ministerio, y apoyó la iniciativa de los reclusos plantados.
Esta protesta convocó en estas tres semanas grandes manifestaciones por parte de los familiares de los prisioneros, quienes exigen la pronta liberación de los incautados.
El director de la Institución Nacional de Derechos Humanos sostuvo comunicaciones recientes con los prisioneros para escuchar sus demandas, entre las cuales resaltan una mejor atención médica, acceso a la educación y la posibilidad de orar juntos en una mezquita de la prisión.
La situación generó además llamados de apoyo internacional por parte de organizaciones como Human Rights Watch, en particular para dar seguimiento a la salud del defensor de derechos humanos bahreiní-danés Abdulhadi Al-Khawaja, de 62 años, quien se unió a la huelga y luego fue hospitalizado.
Este incidente pone de relieve cuestiones más amplias en torno al trato concedido por el gobierno de Manama a los opositores y su relación con la comunidad internacional; su alianza estratégica con Estados Unidos y la acogida de la Quinta Flota de la Marina estadounidense.
La tragedia silenciosa de los detenidos políticos
Bahréin, una pequeña nación de la región del Golfo con una población de 1,5 millones de habitantes, destaca por tener una de las tasas de encarcelamiento per cápita más altas de Medio Oriente.
En la actualidad los reportes son de tres mil 800 personas encarceladas, y casi la tercera parte como prisioneros de opinión.
El telón de fondo de esta situación fueron las protestas en 2011 a favor de la democracia y contra la familia gobernante Al Khalifa.
La respuesta del gobierno desde entonces estuvo marcada por extensas acciones represivas contra activistas, miembros de la sociedad civil y grupos políticos de oposición, con la medida adicional de prohibir dos partidos políticos.
Parte importante de esos detenidos políticos fueron confinados en la tristemente célebre prisión de Jaw. Ex presos por otras causas relataron cómo los reclusos de conciencia son aislados en secciones distintas y sometidos a un trato muy duro.