Irán cerró sus fronteras terrestres desde hoy por dos semanas para evitar la propagación de la variante ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, origen de la pandemia de la COVID-19.

Según el vocero de la Aduana iraní, Rouhollah Latifi, quedarán exentos de esas restricciones quienes lleguen al país por motivos de salud, estudios o negocios o con permisos de residencia.

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Las prohibiciones de arribos coinciden con los esfuerzos del Gobierno de combatir un aumento de infecciones de Ómicron y para vacunar a más personas contra la dolencia.

Según el ministro de Salud, Bahram Einollahi, la rápida propagación de la variante del SARS-CoV-2, representa una amenaza, aunque hasta ahora solo identificaron unos pocos casos.

En las próximas dos semanas, las autoridades se proponen reforzar la inmunización contra la COVID-19 con una tercera dosis de las vacunas utilizadas en el país.