El Frente Popular de Liberación de Tigray, el partido que controla la mayor parte de la región de Tigray, en el norte de Etiopía, acusó ayer domingo a Eritrea de atacar a sus tropas.

Además, las organizaciones de ayuda suspendieron sus operaciones en un área del noroeste de Tigray donde 56 civiles murieron en un ataque aéreo durante el fin de semana, dijo la agencia de la ONU para asuntos humanitarios (UNOCHA). 

"El ejército eritreo lanzó ayer nuevos ataques contra nuestras fuerzas en Sigem Kofolo... ubicado en el noroeste de Tigray, cerca de la ciudad de Sheraro", escribió en Twitter el portavoz del TPLF, Getachew Reda.

La falta de medicamentos, combustible y otros productos básicos estaba "interrumpiendo la respuesta a los heridos", dijo UNOCHA en un comunicado en el que anunciaba la suspensión de las operaciones tras el ataque aéreo que golpeó un campamento de desplazados internos el viernes por la noche.

“Los socios humanitarios suspendieron las actividades en el área debido a las continuas amenazas de ataques con aviones no tripulados”, dijo la agencia a Reuters, sin dar más detalles.

La guerra estalló en la región montañosa de cinco millones de personas hace 14 meses, enfrentando a las fuerzas de Tigray contra las tropas federales respaldadas por sus contrapartes de Eritrea.

El presidente de Eritrea, Isaias Afwerki, dijo el sábado a la televisión estatal Eri-TV que sus tropas se esforzarían por evitar que las fuerzas de Tigray ataquen su país o amenace la estabilidad de Etiopía.

Las fuerzas de Eritrea han luchado contra las fuerzas de Tigray desde el comienzo de la guerra en apoyo de las tropas de Abiy, pero ambas naciones pasaron los primeros cinco meses del conflicto negando la presencia de Eritrea.

Las tropas eritreas se retiraron de la mayor parte de la región en junio, el mismo mes en que también se retiraron las tropas federales etíopes.

El mes pasado, las fuerzas de Tigray se retiraron de las regiones vecinas que habían invadido en julio, en un paso hacia un posible alto el fuego.

El conflicto en el norte de Etiopía ha matado a miles de civiles y desplazado a millones.