Iniciativa de la ONU para Sudán debe poner fin a la situación golpista
Por medio de un comunicado, las Fuerzas por la Libertad y el Cambio llamaron a fijar un límite de tiempo para todo el proceso político, por medio de procedimientos claros que no permitan prolongarlo ni vaciarlo de contenido.
Las Fuerzas para la Libertad y el Cambio en Sudán manifestaron que el propósito de la iniciativa de la ONU debe poner fin a la situación golpista en Sudán con el establecimiento de nuevos arreglos constitucionales que restablezcan el camino de la transformación democrática civil y establezcan la autoridad civil plena.
Por medio de un comunicado, el movimiento opositor llamó a fijar un límite de tiempo para todo el proceso político, según procedimientos claros que no permitan prolongarlo ni vaciarlo de contenido.
A su vez, el partido sudanés Ummah/ Nación anunció, en la noche del domingo, que hay demandas para preparar el ambiente para las consultas de Naciones Unidas destinadas a resolver la crisis política en el país.
El enviado de la ONU a Sudán, Volker Perthes, confirmó que el renunciado Primer Ministro, Abdalla Hamdok, participará en el proceso de diálogo en el futuro.
En entrevista con el diario sudanés Al-Jarida, Perthes indicó que la iniciativa de la ONU para Sudán comenzaría tomando las visiones de las partes sudanesas individualmente, sin invitar a las partes a una mesa de diálogo unificada.
Agregó que la primera fase de la iniciativa tomará cuatro semanas e incluirá a todos los actores de la política sudanesa y los signatarios y no signatarios del Acuerdo de Juba.
En entrevista con Al Mayadeen, el coordinador de la Iniciativa Nacional para el Cambio, Muhammad Hassab Al-Rasoul, también enfatizó que la resolución de los problemas nacionales en Sudán debe ser a través de un diálogo puramente nacional, y señaló que su país está presenciando una interferencia flagrante por parte de la Estados Unidos.
Desde el pasado 25 de octubre, Sudán es testigo de protestas, en respuesta a las medidas "excepcionales" adoptadas por el comandante del ejército, Abdel Fattah Al-Burhan, entre las que destaca la imposición del estado de emergencia y la disolución de los Consejos de Soberanía y los ministros de transición, que las fuerzas políticas las consideran un "golpe militar"