Terrorista suicida de Al-Shabaab mata a cuatro personas en Somalia
Según un oficial de policía destinado cerca del lugar, el agresor entró en una tienda de té de Mogadiscio y detonó el chaleco explosivo que llevaba.
Al menos cuatro personas murieron y nueve resultaron heridas el martes cuando un terrorista suicida se hizo estallar en la capital somalí.
Según Abdirahman Adan, un oficial de policía destinado cerca del lugar, el agresor entró en una tienda de té de Mogadiscio y detonó el chaleco explosivo que llevaba.
"Hemos confirmado cuatro muertos y otros nueve heridos", dijo. "Las víctimas fueron trasladadas al hospital".
Al-Shabaab, un grupo insurgente somalí, reivindicó la autoría del atentado. Afirmó que tenía como objetivo a los soldados somalíes que recibían entrenamiento en una academia militar gestionada por Turquía en las cercanías. Los soldados destinados en las cercanías, según los testigos, frecuentaban el establecimiento de té.
"La explosión destruyó el quiosco y toda la zona es un caos", dijo Mohammad Yare, uno de los testigos.
El incidente se produjo apenas dos días después que el portavoz del gobierno de Somalia resultara herido en una explosión en Mogadiscio, que Al-Shabaab también reivindicó.
El 12 de enero, varias personas murieron en un segundo atentado dirigido a un concurrido distrito de la capital por un suicida con coche bomba.
Los actos criminales se producen en un momento en el que Somalia lucha por recuperarse de una crisis política provocada por los prolongados conflictos en torno a unas elecciones que deberían haberse celebrado hace tiempo.
El Presidente y el Primer Ministro han estado en desacuerdo sobre el proceso, que ha estado plagado de violencia y lleva más de un año de retraso.
El acuerdo más reciente fijó el 25 de febrero como fecha límite para la celebración de las largamente demoradas elecciones legislativas, que son el último paso antes de que pueda celebrarse la votación para elegir un nuevo presidente.
El estancamiento ha alarmado a los aliados internacionales de Somalia, que temen que desvíe la atención de la amenaza que supone Al-Shabaab, un violento grupo rebelde que lleva más de una década luchando contra el gobierno central del país.
Los terroristas, vinculados a Al Qaeda, fueron expulsados de Mogadiscio en 2011 tras una ofensiva de una fuerza de la Unión Africana, pero aún así controlan vastas franjas de la Somalia rural desde donde lanzan regularmente ataques en la capital y en otros lugares.