"Israel" debe ayudar a la defensa de Arabia Saudí a cambio de la paz, señala experto
La experiencia en defensa aérea de "Israel" es la receta perfecta para contrarrestar las amenazas iraníes y hutíes al reino del desierto, señala artículo publicado en Jerusalem Post.
En los últimos cinco años, los hutíes han lanzado ataques contra Arabia Saudí. Esto incluye incursiones con misiles balísticos y drones en la profundidad del reino saudita.
Según un artículo de Joel C. Rosenberg, publicado en Jerusalem Post, "la última vez que estuvo en Arabia Saudí, en septiembre de 2019, fue cuando se produjo el ataque directo a las refinerías de petróleo saudíes con drones mortales, sipuestamente lanzados de suelo iraní".
Sin embargo, apunta Rosenberg, uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en Medio Oriente, el presidente Joe Biden llegó al cargo calificando a los saudíes de "Estado paria" y ordenó al Pentágono que dejara de vender equipo militar a los saudíes para defenderse, y mucho menos para derrotar a los terroristas hutíes.
Es más, en abril de 2021 The Wall Street Journal publicó la noticia de que "Estados Unidos había retirado al menos tres baterías antimisiles Patriot de la región del Golfo, incluida una de la base aérea Príncipe Sultán en Arabia Saudí".
En septiembre de 2021, Associated Press informó que Biden había ido más allá. Explicó que "EE.UU. ha retirado su sistema de defensa antimisiles más avanzado y las baterías Patriot de Arabia Saudí en las últimas semanas, incluso cuando el reino se enfrentaba a continuos ataques aéreos de los hutíes de Yemen." Ello incluyó la retirada de la unidad de Defensa de Ántiaérea de Alta Altitud Terminal.
Según la nota de AP, "un THAAD puede destruir misiles balísticos a mayor altura que los Patriots".
De acuerdo con rosenberg, con los saudíes sintiéndose cada vez más vulnerables no sólo a los misiles y drones construidos por Irán, sino potencialmente a un arsenal de armas nucleares iraníes -especialmente si las conversaciones de Viena se rompen o conducen a un pésimo acuerdo- es hora de que los israelíes intervengan.
En las últimas décadas, el ejército israelí ha construido una capacidad de sistema de defensa antiaérea de última generación que se ha convertido en la envidia del mundo. El sistema multicapa incluye defensas contra cohetes de largo, medio y corto alcance, así como contra drones y cohetes.
El sistema Cúpula de Hierro, por ejemplo, tiene un récord constante de derribo de alrededor del 90% de los cohetes contra los que se despliega.
El primer ministro Naftali Bennett debería aprovechar el momento y entablar conversaciones con el príncipe heredero saudí Mohammad bin Salman, ampliamente conocido por sus iniciales MBS. A cambio de un tratado de paz y normalización total, ¿por qué no ofrecer la tecnología israelí con el dinero saudí para construir un sistema de defensa antiaérea de clase mundial para proteger a los ciudadanos del reino?
El acuerdo también podría incluir instalaciones de producción para que ambos países pudieran construir sus propios interceptores y no tuvieran que depender de la administración Biden, o de otras futuras administraciones estadounidenses que se nieguen a financiar o proporcionar sistemas de defensa urgentemente necesarios, o que den largas a la hora de hacerlo.
Una vez implementado, el acuerdo podría ampliarse para permitir a los saudíes e israelíes ayudar a otros estados árabes moderados de la región a construir sistemas de defensa antiaérea propios mucho más avanzados. Los ataques con misiles y drones de la semana pasada contra los Emiratos Árabes Unidos revelan, según Rosenberg, que los emiratíes son demasiado vulnerables y necesitan un sistema de este tipo. Los bahreiníes también lo necesitan, entre otros.
Los observadores casuales de Oriente Medio podrían mostrarse escépticos. Incluso los analistas regionales experimentados podrían cuestionar si los saudíes aceptarían un tratado de paz y normalización con "Israel", y mucho menos a cambio de una asociación en materia de defensas contra misiles y drones. Tal vez tengan razón. Pero yo no lo creo, apunta Rosenberg.
Durante varios años, los saudíes han estado sopesando activamente si la paz con "Israel" está en sus intereses nacionales supremos. E incluso si la realeza piensa que lo es, ¿estará el pueblo saudí de acuerdo?
Es hora de que "Israel" lo descubra.
El primer ministro Bennett debería hacer una oferta audaz al rey Salman y a MBS - en silencio, por supuesto, para que los saudíes tengan espacio para considerar tal oferta sin presión o escrutinio público o internacional inmediato. Pero esto puede ser justo el movimiento que la realeza saudí necesita para convencer a su población de que la paz con "Israel" viene con beneficios reales y tangibles para ellos. Especialmente cuando la amenaza iraní empeora día a día.