Cuestionamientos a nuevo gabinete peruano amenazan su ratificación
Continúan los aprestos derechistas para encontrar una fórmula que viabilice el cese del mandatario, afectado por una grave crisis política generada por la hostilidad de sus opositores, pero también por errores propios.
La ola de cuestionamientos que desde distintas posiciones recibe el nuevo gabinete del presidente peruano, Pedro Castillo, puso hoy en duda que reciba la indispensable confianza ratificatoria del Parlamento.
Al mismo tiempo, continúan los aprestos derechistas para encontrar una fórmula que viabilice el cese del mandatario, afectado por una grave crisis política generada por la hostilidad de sus opositores, pero también por errores propios.
Los señalamientos apuntan sobre todo al primer ministro, Héctor Valer, a quien cuestionan por una línea de conducta voluble, pues fue elegido parlamentario como aliado del grupo de extrema derecha Renovación Popular, con el que rompió antes de ocupar su curul, y también tuvo alianza con otras fuerzas.
Valer se declara liberal socialista, heredero de las corrientes europeas libertarias que abonaron a la independencia y por mantener la ideología original del socialdemócrata parido Aprista.
Al mismo tiempo forma parte de la secta católica ultraconservadora Opus Dei.
Parlamentarios de diversas tendencias lo señalan como misógino y conflictivo y sin credenciales para el difícil cargo en la muy compleja situación actual.
El nuevo premier reveló que la composición del gabinete la trató desde el 9 de enero pasado con el presidente Castillo, lo cual incluyó prescindir de los dos ministros del progresista Movimiento Nuevo Perú (NP).
La excandidata presidencial de NP, Verónika Mendoza, confirmó sin embargo su rechazo a los afanes de lo que llama golpismo derechista en marcha y argumentó el principio de defender la democracia “nos guste o no el gobierno de turno”.
Otro ministro cuestionado, el del Interior, Alfonso Chávarry es también impugnado por acusaciones de ilegalidades y la primera ministra saliente, Mirtha Vásquez, reveló que se opuso a la idea de Castillo de designarlo para ese cargo en reemplazo del ex fiscal Avelino Guillén, quien dimitió por desacatos policiales.
El nuevo premier, de otro lado, bosquejó un plan de gobierno que prevé recoger las promesas electorales de Castillo, su discurso de inauguración como Presidente y las aspiraciones de las diversas fuerzas políticas.
Sobre la promesa de impulsar una Asamblea Constituyente, combatida vehementemente por políticos, medios de prensa y empresarios neoliberales, Valer señaló que el Gobierno hará una campaña para crear conciencia que cree el llamado momento constituyente 2026, cuando terminará la gestión de Castillo.
Entretanto, la bancada congresal de Renovación Popular anunció en un comunicado que promoverá la vacancia de Castillo, intentada sin éxito en diciembre pasado por no lograr la mayoría de dos tercios de los votos del Parlamento.
Una legisladora de similar tendencia anunció que presentará una acusación contra Castillo por incapacidad para gobernar, infracciones constitucionales y corrupción y congresistas de los partidos Fuerza Popular, de extrema derecha, y Morado, centrista, pidieron la renuncia del mandatario.