Jornada de protesta nacional agita las calles de Perú
La Marcha Nacional reúne múltiples sectores que exigen cambios estructurales, Asamblea Constituyente y medidas urgentes frente a la inseguridad en Perú.
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Gremios de transportistas como Asotrani y la Alianza Nacional de Transportistas se sumaron al paro (Foto: EFE)
Perú atraviesa este miércoles una jornada de paro y movilización nacional convocada por diversos sectores de la sociedad civil, en protesta por la reciente asunción de José Jerí como presidente de la República, tras la vacancia de Dina Boluarte decidida por el Congreso.
A pesar del cambio en el Ejecutivo, las manifestaciones no cesaron; por el contrario, se intensificaron con nuevas demandas sociales, políticas y ambientales.
Jóvenes al frente de la protesta
Entre los principales convocantes destaca la “Generación Z”, conformada por jóvenes menores de 28 años, quienes lideraron seis movilizaciones en las últimas semanas.
Inicialmente centrados en la derogatoria de la ley de modernización del sistema previsional, sus exigencias se ampliaron a la salida de Jerí, el cierre del Congreso y la designación de un presidente ajeno a las bancadas que respaldaron a Boluarte.
A esta iniciativa se sumó el “Bloque Universitario”, integrado por federaciones estudiantiles de universidades como San Marcos, PUCP, La Molina, Villarreal, UNI y Cayetano Heredia.
En una asamblea interuniversitaria realizada la víspera, acordaron participar en la movilización nacional para exigir la renuncia del presidente, el cierre del Congreso, una Asamblea Constituyente y la derogación de leyes como la “pro crimen”, “pro AFP” y la Ley de Amnistía.
Gremios sindicales e indígenas se suman al paro
La Central General de Trabajadores del Perú (CGTP) convocó a sus bases a movilizarse contra lo que califican como “mafias de la corrupción y el crimen organizado que han capturado el Estado”.
El Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP) se unió, exigiendo medidas urgentes frente a la inseguridad ciudadana y la designación de un ministro del Interior con legitimidad.
Asimismo, en el sector transporte, aunque gremios formales decidieron no participar tras reunirse con el presidente Jerí, dos agrupaciones confirmaron su adhesión al paro: Asotrani y la Alianza Nacional de Transportistas, en coordinación con el Comité Nacional Unificado de Lucha del Perú (CONULP).
Organizaciones indígenas y campesinas como AIDESEP, ONAMIAP y la Confederación Nacional Agraria (CNA) también se movilizan, denunciando “el pacto mafioso y antiderechos que mantiene secuestrado al Estado”.
Exigen un gobierno transitorio, una Asamblea Constituyente, la derogación de la modificación de la Ley APCI, la cancelación del Reinfo y la eliminación de la Ley de Amnistía.
Inseguridad, corrupción y crisis institucional
La Marcha Nacional busca visibilizar el descontento frente al aumento de la criminalidad, la corrupción y la falta de respuestas del Gobierno y el Congreso ante los problemas más urgentes del país.
Esta movilización responde al incremento de la inseguridad ciudadana, los casos de extorsión y los asesinatos vinculados al transporte urbano en Lima y el Callao.
Un reciente ataque armado durante un concierto de Agua Marina en Chorrillos, que dejó varios heridos, intensificó la indignación social y los llamados a protestar contra la gestión de la seguridad.
Demandas sociales y ambientales
Los organizadores también reclaman reformas estructurales en el sistema político, políticas públicas que garanticen empleo, justicia y seguridad, y acciones concretas del Ejecutivo.
A ello se suman demandas ambientales como el rechazo a la Ley Antiforestal 1873, la oposición a la minería ilegal, la defensa de las áreas naturales protegidas y el rechazo a la privatización del agua.
Colectivos ciudadanos, organizaciones sociales y feministas también exigen la renuncia de José Jerí, a quien el movimiento juvenil considera un presidente “sin legitimidad democrática”.
La jornada de este miércoles refleja un profundo malestar social frente a la crisis política, la inseguridad y el descrédito institucional.