Niños y mujeres principales víctimas de una operación estadounidense en Siria
“Las tropas de operaciones especiales transportadas en helicóptero llevaron a cabo el arriesgado asalto antes del amanecer. Los rescatistas en el terreno dicen que hay mujeres y niños entre al menos 13 personas muertas en la incursión”, señalo el Times.
Las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos llevaron a cabo este jueves lo que el Pentágono calificó como una misión antiterrorista exitosa en el noroeste de Siria.
El informe es publicado por el diario The New York Times que precisa que la acción estaba dirigida contra un “alto cargo terrorista”, tal vez parte de los grupos apoyados y entrenados por los estadounidenses en su ilegal agresión contra esa nación árabe.
“Las tropas de operaciones especiales aerotransportadas llevaron a cabo el arriesgado asalto antes del amanecer. Los rescatistas en el terreno dicen que hay mujeres y niños entre al menos 13 personas muertas en la incursión”, señalo el Times.
Mujeres y niños sirios, como en otros lugares en los que actúan los uniformados del Pentágono, son “daños colaterales”, no importan cuando se buscan objetivos de la política estadounidense.
"La misión fue un éxito", dijo un portavoz del Pentágono a primera hora del jueves. "No hubo víctimas estadounidenses", señaló el diario, lo que lleva a pensar que las demás muertes no importan.
Los helicópteros estadounidenses llevaron a los comandos a su posición poco después de la medianoche, rodeando una casa en Atmeh, una ciudad cercana a la frontera con Turquía en la provincia de Idleb, controlada por los rebeldes, según testigos presenciales e informes de las redes sociales.
Se produjo un largo y tenso enfrentamiento, en el que los altavoces emitieron advertencias en árabe para que todos los habitantes de la casa se rindieran, según los vecinos.
Al cabo de unas dos horas, los ocupantes de la casa no habían salido y estalló una gran batalla, con fuertes disparos de ametralladora y aparentes ataques con misiles que dañaron la casa, derrumbaron algunas de sus paredes y volaron sus ventanas, describió el diario.
Durante la operación, uno de los helicópteros estadounidenses sufrió un problema mecánico, se vio obligado a aterrizar y posteriormente fue destruido por aviones de ataque estadounidenses. Después de unas tres horas, los comandos estadounidenses y los helicópteros restantes se retiraron, según los testigos citados.
En esta guerra impuesta a los sirios llama la atención que según John F. Kirby, el portavoz del Pentágono, “No hubo víctimas estadounidenses. Se proporcionará más información cuando esté disponible".
Según los informes citados por el Times, una posibilidad de a quien estaba dirigida el ataque podría ser el líder del Estado Islámico, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi.
La incursión aérea se produjo días después del fin de la mayor participación de Estados Unidos en el combate contra Daesh desde el fin del llamado califato de los extremistas hace tres años, un proyecto fracasado sobre el cual medios de prensa hablan del involucramiento en su creación de los servicios secretos estadounidenses.
Las fuerzas estadounidenses respaldaron a una milicia dirigida por kurdos en el noreste de Siria mientras luchaba durante más de una semana para expulsar a los combatientes del Estado Islámico de una prisión en la ciudad de Hasakeh.
Un vídeo del lugar de los hechos en las redes sociales mostraba a personas sacando los cuerpos de al menos nueve hombres, mujeres y niños de los escombros de la casa gravemente dañada.
Las justificaciones no faltaron y un alto funcionario militar estadounidense dijo que hubo una explosión dentro de la casa que no fue causada por la potencia de fuego de Estados Unidos, y que probablemente fue causada por el objetivo de la incursión que se hizo explotar.
El asalto tuvo como objetivo un edificio independiente de tres plantas de bloques de hormigón rodeado de olivos. Las imágenes compartidas en las redes sociales por los activistas que visitaron el lugar mostraban habitaciones sencillas con esteras en el suelo, un calentador de gasóleo y ropa y mantas esparcidas, algunas de ellas cubiertas de sangre.
El tamaño, el alcance y la duración de la batalla y el hecho de que Estados Unidos se arriesgara a enviar comandos, y no sólo a lanzar ataques aéreos, sugirió que el objetivo de la incursión era un alto dirigente de un movimiento extremista.
Los llamados “daños colaterales” son frecuentes en la intervención estadounidense. A principios de diciembre, un avión no tripulado MQ-9 Reaper estadounidense llevó a cabo un ataque contra un presunto alto dirigente y planificador de Al Qaeda en Idleb. Pero la revisión inicial del ataque indicó que el misil del dron alcanzó tanto al líder de Al Qaeda en una motocicleta como a una familia siria en un coche cercano a la motocicleta.
Muchos se preguntan cuándo el Pentágono comenzara a investigar en Siria, como se propo0ne hacer en Afganistán, la muerte de civiles a manos de sus tropas.