Príncipes herederos de Arabia Saudí y de Abu Dhabi declinan hablar con Biden, informa The Wall Street Journal
Parece que los funcionarios saudíes y emiratíes se han vuelto más críticos con la política estadounidense en el Golfo.
Funcionarios de Medio Oriente y de Estados Unidos afirman que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammad bin Salman, y el príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammad bin Zayed, han rechazado las peticiones de Estados Unidos para hablar con el presidente de ese país en las últimas semanas, según The Wall Street Journal.
Al parecer, los funcionarios saudíes y emiratíes se han vuelto más críticos con la política de EE.UU. en el Golfo, según el diario, y no quieren abordar las preocupaciones de EE.UU. en medio del aumento de los precios del petróleo.
La última llamada que Biden mantuvo con un funcionario de estos dos países fue con el rey Salman de Arabia Saudí el 9 de febrero. En medio de todos los acontecimientos que han tenido lugar en los últimos meses, tanto en Medio Oriente como a nivel mundial, los saudíes han señalado que su relación con Estados Unidos se ha deteriorado bajo la administración Biden.
Además, parece que Arabia Saudí tiene una lista de demandas, que incluye más apoyo para su guerra en Yemen, ayuda con el programa nuclear del reino, ya que el programa de Irán está avanzando, además de inmunidad legal para bin Salman en EE.UU., ya que el príncipe heredero se enfrenta a demandas en EE.UU. por la tortura y asesinato del disidente saudí Jamal Khashoggi en 2018.
Preocupaciones compartidas
Emiratos Árabes Unidos también comparte la preocupación de su vecino saudí por el comportamiento de EE.UU. hacia los ataques con misiles de Ansar Allah, que calificaron de "comedidos".
A ello se suma la preocupación por la reactivación del acuerdo nuclear iraní, cuyas negociaciones entraron en su fase final en las últimas semanas.
Pero no son estas preocupaciones las que han llevado a la Casa Blanca a intentar recomponer sus relaciones con sus aliados, sino la operación especial de Rusia en Ucrania, que provocó una subida del precio del petróleo que superó los 130 dólares por barril por primera vez en 14 años.
Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos son los dos únicos grandes productores de petróleo aliados de EE.UU. que pueden bombear millones de barriles más de petróleo, lo que puede ayudar a estabilizar el mercado mientras los precios de la gasolina siguen aumentando.
A pesar de los intentos de EE.UU. por reforzar las defensas antimisiles saudíes y emiratíes, y de que Washington ha asegurado que hará más por aumentar la seguridad de los dos países, ambos se han negado a bombear más petróleo, alegando un plan de producción aprobado por la OPEP+.
La OPEP+ es un grupo que incluye a la OPEP y a otros productores de petróleo liderados por Rusia. Esta alianza energética ha permitido a Arabia Saudí y a los Emiratos Árabes Unidos acercarse a Moscú, al tiempo que ha aumentado el poder y la influencia de la OPEP.
Aunque hasta ahora han declinado hablar con Biden, y sus llamadas han sido "reprogramadas", MbS y MbZ atendieron la semana pasada las llamadas del presidente ruso Vladimir Putin, y más tarde las del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Las desavenencias entre los países de Medio Oriente y Biden se remontan a la carrera de las elecciones estadounidenses de 2020, cuando Biden prometió que trataría a Arabia Saudí como un Estado "paria", debido al asesinato de Khashoggi en el consulado saudí en Turquía.
Biden incluso dio a conocer un informe de la inteligencia estadounidense que concluía que MbS aprobó personalmente el plan para matar al periodista, y condenó repetidamente a Arabia Saudí por su guerra contra Yemen, a pesar de seguir apoyándola mediante la venta de armas.
El lunes, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que Biden mantiene su opinión de que Arabia Saudí debe ser tratada como un estado "paria". La semana pasada, cuando se le preguntó a MbS en una entrevista con The Atlantic si Biden le había malinterpretado, respondió: "Simplemente, no me importa".
Sin embargo, el embajador de Emiratos Árabes Unidos en Estados Unidos declaró recientemente que, aunque las relaciones entre su país y Washington eran tensas, la relación es como cualquier otra.
"Tiene días fuertes en los que la relación es muy saludable y días en los que la relación está en entredicho. Hoy estamos pasando por una prueba de estrés, pero confío en que saldremos de ella y llegaremos a un lugar mejor".