FAO destaca beneficios del uso de las tecnologías digitales en África subsahariana
Los países costeros se benefician de una Internet rápida, gracias a los cables submarinos, y las redes móviles 4G se están expandiendo rápidamente por todo el continente. La capital de Kenia, Nairobi, es conocida como la "Sabana del Silicio" de África por su pujante economía digital.
La revolución digital en curso en África subsahariana ofrece un enorme potencial para el crecimiento económico y la productividad agrícola, según nuevo informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Los países costeros se benefician de una Internet rápida, gracias a los cables submarinos, y las redes móviles 4G se están expandiendo rápidamente por todo el continente. La capital de Kenia, Nairobi, es conocida como la "Sabana del Silicio" de África por su pujante economía digital.
A pesar de estos éxitos, gran parte del África subsahariana sigue sin estar conectada: Alrededor de un tercio de la población sigue sin poder acceder a las señales de banda ancha móvil, y solo el 28 por ciento tiene acceso a Internet.
Esto tiene implicaciones para el sector agrícola local, en el que la productividad podría verse fácilmente impulsada por nuevas tecnologías digitales como el comercio electrónico, los sensores, los drones y la mejora de las previsiones meteorológicas.
Un nuevo informe ofrece uno de los panoramas más completos hasta la fecha sobre el estado de la digitalización en la región, centrándose en la transformación digital de la agricultura.
El documento -Situación de la agricultura digital en 47 países del África subsahariana- profundiza en la situación actual y en los retos a los que se enfrentan los países a lo largo de su trayectoria de transformación digital.
Para cada uno de los 47 países se ofrece una visión general de una serie de indicadores clave, como el acceso a la electricidad, la propiedad de dispositivos móviles, el número de aplicaciones en el idioma nacional, la brecha de género en el uso de los medios sociales y los marcos normativos.
Pero el estudio va más allá, destacando ejemplos e iniciativas locales que deberían ser promovidas, replicadas y ampliadas para avanzar en la transformación digital de la agricultura de la región.
"La modernización de la agricultura y la transformación rural ofrecen oportunidades reales para lograr el máximo impacto en el crecimiento y la prosperidad compartida para los países de la región de África. La digitalización ayuda a maximizar los beneficios que las tecnologías digitales pueden aportar en la transformación de las sociedades, mejorando los medios de vida a través de una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás", aseguró Abebe Haile-Gabriel, Subdirector General y Representante Regional de la FAO para África.
Potencial sin explotar
Con la mayor superficie de tierra cultivable sin cultivar del mundo, una población joven -casi el 60 por ciento de sus habitantes son menores de 25 años- y vastos recursos naturales, África subsahariana está en una posición única para duplicar o incluso triplicar su actual productividad agrícola.
Para ello, es necesaria una transformación digital del sector agroalimentario. Así, es necesario abordar los obstáculos existentes, como las limitadas infraestructuras en las zonas rurales, la insuficiente financiación de la agricultura y la inadecuada inversión en investigación y desarrollo, agroinnovación y emprendimiento agrícola.
Hacer un balance de la situación e identificar estos obstáculos puede ayudar mucho a los responsables políticos a aprovechar este potencial sin explotar.
"Hay una necesidad urgente de invertir en la conectividad de última milla para fortalecer la infraestructura digital en general y permitir el desarrollo de estrategias de agricultura digital inclusiva para avanzar en la transformación agrícola en África", dijo Anne-Rachel Inné, Directora Regional de la UIT para África.
De cara al futuro, el estudio también ofrece sugerencias sobre cómo abordar estos obstáculos. Entre ellas se incluye alentar a los gobiernos a elaborar estrategias nacionales de agricultura digital, crear un entorno empresarial más propicio para los inversores y aumentar la colaboración entre los países, las organizaciones internacionales y el sector privado, a fin de crear un conjunto inclusivo de bienes públicos digitales en la agricultura que sean sostenibles y ampliables.