Una alta funcionaria del Pentágono que dirige la planificación de la Estrategia de Defensa Nacional del Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo a los legisladores estadounidenses que los próximos planes para defender a Taiwán deberían incluir las lecciones aprendidas de la situación actual en Ucrania, centrándose en las tácticas de guerrilla.

Mara Karlin, subsecretaria de Defensa para Estrategia, Planes y Capacidades, declaró ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que "la situación que estamos viendo en Ucrania ahora mismo es un caso de estudio muy valioso para ellos sobre por qué Taiwán necesita hacer todo lo posible para construir capacidades asimétricas, para preparar a su población de modo que pueda ser lo más espinosa posible si China decide violar su soberanía".

La guerra asimétrica, también conocida como guerra irregular, se refiere a las tácticas insurgentes o de guerrilla en las que una fuerza más pequeña, dispersa y móvil defiende el territorio contra una fuerza invasora mayor. El Congreso definió las "capacidades asimétricas defensivas" en la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2022 (NDAA), la enorme ley aprobada en diciembre de 2021 que financia el presupuesto del Pentágono, como "las capacidades necesarias para defender a Taiwán contra las amenazas externas convencionales, incluyendo misiles de defensa costera, minas navales, capacidades antiaéreas, ciberdefensas y fuerzas de operaciones especiales".

Por su parte, un portavoz de la embajada china en Washington DC, Liu Pengyu, dijo a Reuters que la propuesta de Karlin "no solo empujaría a Taiwán a una situación precaria, sino que también traería consecuencias insoportables para la parte estadounidense".

Aunque Estados Unidos lleva mucho tiempo suministrando armas de guerra al gobierno taiwanés, el ritmo de las ventas de armamento aumentó rápidamente después de 2017. Entre 2017 y 2021, Estados Unidos vendió 18.300 millones de dólares en armas a Taiwán, una tendencia que Biden ha continuado desde que asumió el cargo en enero de 2021.

Además, un grupo de senadores republicanos propuso la "Ley de Disuasión de Taiwán" en noviembre de 2021, que crearía un embudo de armas de 2 mil millones de dólares al año hacia la pequeña nación insular situada frente a la costa oriental de Asia.

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El gobierno de Taiwán se denomina formalmente República de China, y es el único remanente del gobierno republicano que gobernó toda China desde la abdicación del último emperador chino en 1912 hasta la victoria comunista en la guerra civil de 1949. Aunque el Partido Comunista de China estableció la República Popular China en el continente, no pudo recuperar Taiwán en su momento. Ambos gobiernos reclaman ser el único gobierno legítimo de China.

Tras el lanzamiento de la operación militar especial de Rusia en Ucrania a finales de febrero, los funcionarios estadounidenses expresaron su preocupación por la posibilidad de que se produjera un movimiento chino contra Taiwán. 

Sin embargo, no se ha informado de que Pekín esté preparando una operación de este tipo. Si se produce, existen dudas de que Estados Unidos pueda impedir que Pekín afirme su soberanía sobre la isla, o que ni siquiera lo intente.

Anteriormente, durante una reunión de la Asamblea Popular Nacional, el Ministro de Asuntos Exteriores y Consejero de Estado chino, Wang Yi, dijo a los periodistas que las situaciones de Ucrania y Taiwán eran completamente diferentes.

"La diferencia más fundamental es que Taiwán es una parte inalienable de China y la cuestión de Taiwán pertenece completamente a los asuntos internos de China, mientras que la cuestión de Ucrania es una disputa entre Rusia y Ucrania", dijo Wang.

"El plan de utilizar a Taiwán para contener a China está condenado al fracaso y Taiwán acabará volviendo al abrazo de la patria", concluyó.

Cabe mencionar que China considera que Taiwán, que está frente a su costa oriental, forma parte de su territorio. Los dos territorios chinos se dividieron en 1949, durante la guerra civil china. En ese momento, el Partido Comunista Chino tomó el control de la China continental y los nacionalistas formaron un gobierno de oposición en Taiwán.

Las relaciones entre China y la isla se tensaron recientemente por un comentario del presidente chino Xi Xinping. El mandatario se comprometió a reunificar pacíficamente Taiwán con China; sin embargo, no indicó que Pekín fuera a utilizar la fuerza. Esto recibió una respuesta desagradable de Taipei, ya que la isla afirmó que sólo el pueblo de Taiwán puede decidir su futuro.