Corte Internacional se pronunciará sobre el conflicto de las fronteras marítimas entre Nicaragua y Colombia
Un esperado fallo de la Corte Internacional de Justicia será testigo de la batalla legal entre Colombia y Nicaragua por las fronteras marítimas.
Los jueces del máximo tribunal de la ONU emitirán este jueves un fallo en una batalla de décadas entre Nicaragua y Colombia por las fronteras marítimas.
La audiencia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que se celebrará a las 08.00 GMT, será probablemente el fallo definitivo en la disputa legal entre los dos países latinoamericanos, que se prolonga desde 2001.
La CIJ, que resuelve disputas entre países, concedió a Nicaragua una franja de territorio marítimo caribeño en disputa que se extiende 200 millas náuticas (230 millas, 370 kilómetros) desde su costa en 2012.
Pero al año siguiente, Nicaragua presentó una nueva demanda en la que acusaba a Colombia de ignorar el fallo. Dijo que Bogotá había amenazado con usar la fuerza para respaldar sus reclamaciones en la región rica en petróleo y pescado.
Los abogados de Nicaragua también pidieron a la CIJ que dictaminara que Colombia debía pagar una indemnización, incluso por "la amenaza o el uso de la fuerza por parte de la armada colombiana contra los barcos pesqueros nicaragüenses".
Colombia negó las acusaciones, alegando que su presencia en la región se debía "a otros imperativos", como la lucha contra el narcotráfico y el salvamento marítimo internacional.
Una batalla legal de ida y vuelta
Bogotá acusó a Managua de interferir en los derechos de pesca de los indígenas. La pérdida de los caladeros por el fallo de la CIJ de 2012 afectó especialmente al pueblo raizal, una comunidad de habla inglesa y criolla que desciende principalmente de esclavos secuestrados en África, indicaron los abogados colombianos.
Aunque no hay fronteras terrestres entre Nicaragua, situada en América Central, y Colombia, en América del Sur, las relaciones diplomáticas han sido tensas durante casi un siglo por la disputa de los límites marítimos.
Nicaragua llevó finalmente a Colombia ante la CIJ en 2001, y en 2012 ganó varios miles de kilómetros cuadrados de territorio en el suroeste del Caribe que antes eran colombianos.
Colombia, que se quedó con sólo siete islotes, dijo entonces que no reconocería más la jurisdicción de la corte sobre disputas fronterizas.
Nicaragua volvió a acudir al tribunal en 2013 contra las violaciones del fallo por parte de Colombia.
Los jueces de la CIJ dictaminaron en 2016 que tenían jurisdicción en la disputa, ignorando las objeciones colombianas de que no era competente para conocer los casos.
Los países están obligados a aplicar las sentencias de la CIJ, que son definitivas y no se pueden apelar.
En las raras situaciones en las que un país se niega, el país demandante puede remitir el asunto al Consejo de Seguridad de la ONU para que adopte nuevas medidas.