Condena oficial y popular palestina al asesinato de la periodista Abu Akleh
Aumentan las expresiones de condena por el atroz crimen cometido por la ocupación israelí.
La Presidencia palestina condenó el crimen de asesinato por parte de las fuerzas de ocupación de la periodista Shireen Abu Akleh en el campo de refugiados de Jenin, ocurrido en la mañana de este miércoles, y responsabilizó al gobierno de ocupación de tal acción.
"Es un día negro para la prensa del mundo y para toda persona libre, con la pérdida de Shireen Abu Akleh, quien con su alta profesionalidad formó la memoria de toda una generación, y contribuyó a la transferencia de la versión palestina al mundo con toda sinceridad, y estuvo en el núcleo de los acontecimientos durante 25 años", señaló la presidencia por medio de un comunicado.
El gobierno lloró el ícono de la prensa nacional, Abu Akleh, baleada por los soldados de ocupación, mientras cumplía con su deber periodístico de documentar los horribles crímenes cometidos por los soldados de ocupación.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino calificó el asesinato de Abu Akleh como un “crimen de ejecución resultante del silencio de la Corte Penal Internacional”.
En el comunicado, la cancillería condenó en los términos más enérgicos el "crimen atroz y espantoso", que provocó la muerte de Abu Akleh y heridas al periodista Ali al-Samudi.
Asimismo, responsabilizó al primer ministro israelí, Naftali Bennett, "plena y directamente de este crimen atroz", al considerar que la mártir Abu Akleh es "víctima directa del terrorismo organizado del estado ocupante que se comporta con la mentalidad de las bandas sionistas, y es víctima de la doble moral internacional y del dudoso silencio de la corte penal internacional".
El Ministerio también llamó a los medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos a "documentar este crimen atroz, en preparación para llevarlo a los tribunales internacionales, especialmente a la Corte Penal Internacional".
Por su parte, el Consejo Legislativo Palestino consideró que el asesinato deliberado del periodista Abu Akleh es un “crimen de guerra bajo las leyes internacionales que amerita castigo”.
La oficina de medios de Hamas consideró que asesinar a Abu Akleh es una “ejecución de campo premeditada, y su sangre será una maldición para la ocupación”. Señaló que la ocupación debe rendir cuentas por ese crimen en los foros internacionales.
A su vez, el Movimiento palestino de Al Mujahideen dijo que el asesinato de Abu Akleh es un "crimen de guerra, y la ocupación debe ser procesada y responsabilizada por sus prácticas criminales".
El arzobispo ortodoxo griego de Sebastia en la Jerusalén ocupada, el arzobispo Atallah Hanna, dijo a Al Mayadeen: "Todos estamos conmocionados por el atroz crimen contra la periodista Abu Akleh".
"Con el brutal asesinato del periodista Abu Akleh, extrañamos una voz libre que defienda a Palestina y su causa", añadió.
El líder del Movimiento de la Jihad Islámica, Maher Al-Akhras, dijo a Al Mayadeen que "el objetivo de la ocupación se ha vuelto claro y está tratando de ocultar lo que está sucediendo en Jenin y Gaza a los ojos del mundo".
Consideró que “la ocupación está tratando de asustar a los periodistas y mantenerlos alejados de la escena en Palestina”.
Destacó que “lo que se requiere ahora es presentar una denuncia contra la ocupación israelí en las organizaciones internacionales pertinentes a través de marcos de prensa”.
Omar Nazzal, miembro de la Secretaría General del Sindicato de Periodistas Palestinos, dijo a Al Mayadeen: "Este es un día triste y negro para el pueblo palestino y la prensa".
Nazzal enfatizó que "este crimen no pasará sin que la ocupación rinda cuentas", y señaló que "atacar a Abu Aqleh como periodista de Jerusalén es un mensaje de la ocupación de que no excluirá a nadie".
Esta mañana, miércoles, el Ministerio de Salud palestino anunció la muerte de la corresponsal de Al-Jazeera, Sherine Abu Akleh, como resultado de ser alcanzada por balas reales en la cabeza, mientras cubría el asalto del campamento de refugiados de Jenin en Cisjordania.
REsistencia libanesa presenta condolencias por el asesinato de la periodista Shireen Abu Akleh
La Resistencia libanesa condenó también el asesinato de la periodista Shireen Abu Akleh, y señaló que ese crimen confirma “el destacado papel que juegan los medios en la exposición de los ataques israelíes”.
La declaración hizo un llamado a las organizaciones de medios internacionales, las Naciones Unidas y las organizaciones de derechos humanos para condenar a "Israel" en los foros internacionales.
El Departamento de Relaciones con los Medios de la Resistencia ofreció a la televisión de Al Jazeera sus " condolencias y pésame" por la muerte de su corresponsal. Confirmó que Abu Akleh nunca tardó en cubrir los hechos del crimen sionista contra el pueblo palestino.
Por otro lado, el presidente libanés, Michel Aoun, expresó que recibió con dolor la noticia del martirio de la periodista Sherine Abu Akleh, mientras realizaba su labor.
"Shireen Abu Akleh confirma una vez más con su sangre que esta brutal ocupación ignora todas las leyes y estatutos internacionales", señaló.
Samodi: La mataron a sangre fría
El periodista herido en el tiroteo, Ali Samodi, que se encuentra en un hospital de Jenín, acusó a las fuerzas israelíes de “haber abierto fuego de repente” contra el grupo de periodistas.
“No nos pidieron que nos fuéramos ni que dejáramos (de filmar). Nos dispararon. Una bala me alcanzó a mí y otra a Shireen. La mataron a sangre fría”, dijo a Reuters Samodi.
Otro de los reporteros presentes durante el tiroteo, Mujahed al Saadi, corroboró este relato, en declaraciones a la misma agencia de noticias.
Al Saadi explicó que los disparos fueron deliberados y afirmó, al igual que su colega herido, que el grupo de profesionales había elegido situarse en “un punto en el que no había enfrentamientos” entre los palestinos y los militares israelíes. También confirmó que los periodistas se habían identificado como tales.
“En cuestión de segundos [tras entrar en el campo de refugiados de Jenín], se produjo el primer disparo. Les dije a mis colegas ‘Nos están disparando’. Me di la vuelta y vi a Shireen (Abu Akleh) en el suelo y a Shatha Hanaysheh [otra periodista] escondida bajo un árbol y gritando. Los disparos continuaron durante más de tres minutos sobre los equipos de periodistas. Hirieron a Ali [Samodi], pero pudo cruzar la calle y llegar a un lugar seguro. Los disparos continuaron. Yo me refugié en el hueco de una escalera de la fábrica de cemento mientras el tiroteo proseguía. La última persona a la que podía ver el francotirador era nuestra colega Shatha. Los disparos contra ella seguían mientras estaba de pie bajo del arbol, y no pudimos prestarle los primeros auxilios a Shireen. También dispararon a los jóvenes que estaban en la calle y que intentaban sacar a Shireen. Cada vez que alguien avanzaba, disparaban”, relató Al Saadi.