Dos periodistas más asesinadas en México
Estos nuevos crímenes ocurren cuatro días después del homicidio del comunicador sinaloense Luis Enrique Ramírez Ramos.
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Yesenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera, directora y camarógrafa del medio digital El Veraz, ultimadas ayer en la colonia Cerro Alto del municipio de Cosoleacaque, Veracruz. Foto: Toma de La Jornada Veracruz.
Los asesinatos de periodistas se hacen cotidianos en México. A solo cuatro días del último homicidio, mueren a balazos en Cosoleacaque, municipio del sur de Veracruz, Yesenia Mollinedo Falconi, directora del portal El Veraz, y Sheila Johana García Olivera, camarógrafa de ese medio digital.
Nueve periodistas, según los datos del gobierno federal, han sido ultimados en lo que va del año en México y siete durante la administración estatal encabezada por el morenista Cuitláhuac García, que se inició en diciembre de 2018.
El crimen de Yesenia Mollinedo, madre de dos menores y de Sheila Johana indignó al gremio periodístico, que publicó mensajes de repudio en redes sociales y lamentó la impunidad con que se cometen agresiones contra los trabajadores de los medios.
Por su parte, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas condenó el atentado y solicitó a las autoridades que la actividad periodística de las ahora occisas sea la principal línea de investigación.
Mollinedo Falconi, de 45 años y García Olivera, de 30, fueron atacadas por desconocidos cuando un automóvil Ford Fiesta, se estacionaban frente a una tienda de conveniencia la calle Benito Juárez de la colonia Cerro Alto, en Cosoleacaque, municipio de vocación petrolera y ganadera.
Según testigos, dos sujetos armados a bordo de una motocicleta las sorprendieron y les dispararon a quemarropa en varias ocasiones; las comunicadoras quedaron recargadas una contra la otra en los asientos del piloto y el copiloto.
Yesenia murió en el lugar del atentado y Sheila fue traslada al hospital local del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde minutos después falleció. Según fuentes extraoficiales, recibieron disparos en la cabeza.
Mollinedo Falconi tenía más de 15 años trabajando de reportera en la región; su hermano, Ramiro, también es periodista y representante del gremio en Cosoleacaque, gobernado por Ponciano Vázquez, quien llegó al cargo postulado por la alianza Va por México, formada por los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática. En tanto, Sheila Johana se había incorporado al portal hacía apenas unos meses.
No hay antecedentes de que Yesenia hubiera recibido amenazas de muerte; en las notas de su portal daba cuenta, entre otros asuntos, de hechos de violencia que afectan la localidad y municipios de la zona serrana de Santa Marta, donde operan grupos de la delincuencia dedicados al robo de combustible.
Tras el atentado, la Secretaría de Seguridad Pública estatal, en coordinación con fuerzas federales, activó la operación Código Rojo y desplegó varias patrullas para colocar retenes en la ciudad a fin de capturar a los asesinos.
La fiscal Verónica Hernández informó que peritos y policías ministeriales ya realizan diligencias a fin de establecer las causas del ataque y dar con los responsables. “Se agotarán todas las líneas de investigación, incluida su actividad periodística”, advirtió.
Jesús Ramírez, vocero de la Presidencia de la República, informó que los gobiernos federal y estatal trabajarán juntos para esclarecer la muerte de las periodistas. “El compromiso es que no haya impunidad”, prometió en Twitter.
Este año han sido asesinados los periodistas Yesenia Mollinedo, Sheila García y José Luis Gamboa, en Veracruz; Luis Enrique Ramírez, en Sinaloa; Heber López, en Oaxaca; Lourdes Maldonado y Margarito Martínez, en Baja California; Juan Carlos Muñiz, en Zacatecas, y Armando Linares, en Michoacán.
En tanto, durante la gestión de Cuitláhuac García suman ya siete comunicadores ultimados: Jorge Celestino Ruiz, María Elena Ferral, Julio Valdivi, Jacinto Romero Flores y José Luis Gamboa Arenas, a quienes ahora se sumaron Yesenia y Sheila.