El ministro de Transporte británico, Grant Shapps, dijo que el gobierno trabajará arduamente con la industria de la aviación para evitar que se repita el caos en los aeropuertos la semana pasada, cuando los pasajeros enfrentaron largas demoras y cancelaciones de cientos de vuelos.

Los aeropuertos de toda Europa han tenido problemas para hacer frente a un repunte de la demanda posterior a la pandemia, pero los británicos se han visto particularmente afectados por una gran interrupción durante la última semana. Las escuelas estaban en un receso de medio trimestre y el país también tuvo un largo fin de semana festivo para conmemorar los 70 años de la reina Isabel en el trono.

Shapps, quien dijo a principios de esta semana que las aerolíneas deberían dejar de vender boletos para vuelos en los que no podían contratar personal, dijo que la industria tenía que resolver el problema.

"La industria misma necesita resolverlo", dijo a BBC TV. “El gobierno no maneja los aeropuertos, no maneja las aerolíneas. La industria necesita hacer eso”.

Las aerolíneas esperaban un verano excelente para los pasajeros después de dos años de restricciones de viaje por la COVID-19.

Pero han tenido problemas para reclutar personal después de la agitación de la pandemia, y se quejan de que les está tomando más tiempo reclutar nuevos empleados y examinarlos para obtener la autorización de seguridad.

Shapps dijo que los recortes de personal durante la pandemia habían sido demasiado profundos.

"Trabajaremos muy duro con la industria... para asegurarnos de que no veamos una repetición de esas escenas", dijo.

Un cambio en la ley estaba facilitando el trato con la administración necesaria para la autorización de seguridad, dijo, y agregó que no preveía la necesidad de llamar al ejército para ayudar a acelerar los controles de seguridad.