Comicios en Francia definen si Macron tendrá mayoría absoluta de diputados
En la primera vuelta del pasado domingo, la abstención llegó a un nivel récord del 52,49 %.
La participación en la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas alcanzó el 18,99 % este domingo, con una ligera subida respecto al 18,43 por ciento de la primera vuelta a la misma hora, informó el Ministerio del Interior.
En la primera vuelta del pasado domingo, la abstención llegó a un nivel récord del 52,49 por ciento.
La conciencia de que no todo está decidido de antemano parece haber movilizado algo más a los franceses llamados este domingo a elegir, en segunda y última vuelta, a los diputados que conformarán la Asamblea Nacional.
A las 12.00, la tasa de participación se situaba en el 18,99 por ciento, ligeramente por encima de la registrada a la misma hora en la primera vuelta celebrada hace una semana (18,43 por ciento), según ha informado el Ministerio del Interior. La cifra supera incluso a la participación hace cinco años, cuando el presidente ahora reelecto, Emmanuel Macron, logró una mayoría absoluta parlamentaria.
Macron contra Mélenchon: elecciones bajo el espectro de la abstención juvenil
Uno de los factores de esta mayor movilización podría ser la incertidumbre que marca esta nueva ronda electoral, donde la intensa campaña realizada por la alianza de partidos de izquierda liderada por Jean-Luc Mélenchon, la NUPES (Nueva Unión Popular Ecológica y Social), ha hecho tambalearse las perspectivas del macronismo de revalidar su “mayoría sólida”, como la ha definido Macron, del primer mandato.
En 2017, prácticamente todos los franceses daban por segura la victoria legislativa aplastante del macronismo, lo que llevó a muchos a no votar en la segunda vuelta. Ahora, todo está mucho más abierto y la NUPES, aunque no parece que vaya a lograr su ambición de convertirse en la fuerza mayoritaria en el hemiciclo e imponer así a Macron un gobierno de cohabitación con Mélenchon como primer ministro, sí podría convertirse en la segunda fuerza parlamentaria del país.
Una mayor participación, según los institutos de sondeo, beneficiará a los partidos de izquierda, cuyo éxito depende fuertemente del voto joven y de las clases populares, los dos sectores donde el abstencionismo es más marcado: en la primera vuelta, el domingo pasado, el 75% de los menores de 25 años no acudió a votar. La capacidad de movilización del electorado no se podrá confirmar hasta las 20.00, cuando cierren los últimos colegios electorales en las grandes ciudades. La segunda cifra de participación del día, más cercana ya al resultado final, se conocerá a las 17.00.
Más allá del equilibrio en la Asamblea Nacional, Macron se juega este domingo también la estabilidad de su Gabinete, en el que la mitad de sus ministros son candidatos a diputado, incluida la primera ministra Borne. El presidente ha sido tajante: quien no consiga su escaño, tendrá que dimitir.
El primer revés del mandatario llegó desde los territorios de ultramar, donde se comenzó a votar el sábado y ya se conocen los primeros resultados. La secretaria de Estado para el Mar, Justine Bénin, ha sido derrotada por un candidato de izquierdas apoyado por la NUPES.
Aunque todavía no se ha pronunciado, se cuenta con que presentará su dimisión. Al menos otros tres ministros de Macron están en la cuerda floja: el ministro delegado de Europa, Clément Beaune; el ministro de la Función Pública, Stanislas Guerini, y la de Transición Ecológica y Cohesión de Territorios, Amélie de Montchalin, partían con desventaja en las encuestas de cara a sus rivales de este domingo.