Una Argelia emancipada y próspera celebrará sus seis décadas de independencia
Las autoridades argelinas preparan grandes celebraciones para saludar la efemérides. De sus relaciones de solidaridad con el mundo se han escrito largas páginas de historia, específicamente con Cuba.
Argelia celebrará el próximo martes 6 de junio sus primeras seis décadas de independencia tras 132 años de colonialismo francés, cuyo recuerdo sigue tensando las relaciones con París, a pesar de las iniciativas simbólicas emprendidas por Francia.
El 18 de marzo de 1962, tras casi ocho años de guerra entre los revolucionarios argelinos y el ejército francés, los combates cesaron tras la firma de los históricos acuerdos "Evian" que allanaron el camino para la declaración de independencia de Argelia el 5 de julio del mismo año.
Unos días antes del anuncio, los argelinos acordaron en referéndum de autodeterminación la independencia, con un porcentaje del 99,72 por ciento.
Las autoridades argelinas preparan para grandes celebraciones en este 60 aniversario, en particular un gran desfile militar en la capital, el primero en 33 años.
Como muestra de la importancia de la ocasión, se diseñó un logo especial que viene apareciendo desde hace semanas en todos los canales de televisión, se trata de un círculo decorado con 60 estrellas y en el medio está la frase “Una historia gloriosa y una nueva era”.
Los festejos incluirán también gran espectáculo épico que "recordará la historia milenaria de Argelia", según el programa difundido por el ministro de los antiguos combatientes, Laid Rebiga.
Argelia y el mundo
La independencia se logró tras siete años y medio de guerra dejando cientos de miles de muertos. Argelia fue la única excolonia francesa de África en los años 1960 que usó las armas para liberarse de Francia.
En sus relaciones con el mundo y la región latinoamericana, específicamente con Cuba, la nación africana tiene largas páginas de historia que ambas naciones recuerdan y viven hoy a plenitud.
La isla caribeña, con su misión altruista y de solidaridad continua inició, en esas tierras africanas, su trayectoria de colaboración médica.
Ahmed Ben Bella fue el primer presidente de la República Argelina Democrática y Popular. A los pocos días de su elección como primer ministro, llegó a Nueva York para participar en la ceremonia de admisión de Argelia en las Naciones Unidas. Al siguiente día tomó un avión de Cubana de Aviación para dirigirse a Cuba.
Pocas horas después de su arribo, el presidente cubano, Fidel Castro, planteó la idea de enviar una brigada médica para ayudar a esa nación, que tras la independencia sufrió la salida en masa de los médicos franceses, al punto de quedar solo 600 galenos en el país, 285 argelinos y los otros voluntarios que prestaban servicio por periodos cortos, para atender a cerca de 11 millones de habitantes.
Las palabras del máximo líder de la Revolución cubana tuvieron una inmediata respuesta por parte de numerosos médicos que ofrecieron su disposición para ir a ayudar a los valerosos argelinos que habían defenestrado, a sangre y fuego, al régimen colonial francés.
De octubre de 1962 a mayo de 1963 se recogieron las proposiciones de los voluntarios y se inició el proceso de selección.
El 23 de mayo de 1963, un vetusto avión Britania de Cubana de Aviación con 29 médicos, cuatro estomatólogos, 14 enfermeros y siete técnicos de la salud, viajaron con destino a Argelia.
Se iniciaba así la primera misión médica internacionalista cubana en la historia de la Revolución, que durante más de 50 años ha prestado sus servicios desinteresadamente a los más necesitados en África, América Latina y Asia.