El ejército ruso aumentó el número de sus fuerzas al norte de Siria, en aproximadamente un tercio, desde que Turquía anunció sus amenazas de lanzar una nueva operación militar en el norte del país y el inicio de la operación militar rusa en Ucrania.

Las fuentes indicaron que dos aviones de carga rusos  arribaron el domingo al aeropuerto de Qamishli, transportando a unos 300 soldados de la unidad de paracaidistas  rusos, como parte de  las medidas militares tomadas por Rusia en la región.

También revelaron que "Rusia está aumentando deliberadamente el número de sus fuerzas en Qamishli debido a la importancia de su ubicación geográfica y su proximidad a las bases ilegales de la ocupación estadounidense en la provincia de Hasakeh, y en contacto con la frontera turca, que al mismo tiempo se considera  una frontera para la OTAN )es decir Turquía, miembro de la OTAN".

Las mismas fuentes señalaron que "el aumento en el número de fuerzas terrestres vino acompañado de la introducción por parte de Rusia hace aproximadamente un mes de dos aviones de combate y seis helicópteros de combate en la zona, que se sumaron a las fuerzas aéreas que antes estaban estacionadas en el aeropuerto".

Según las fuentes, "la base de Qamishli se ha convertido en la segunda base rusa más importante después de la base de Hmeimim en términos de armamento y número de elementos, lo que da una indicación de la posibilidad de que la región sea testigo de nuevos desarrollos, después de las indicaciones de que Turquía lanzará un ataque militar inminente después de traer grandes refuerzos militares y realizar maniobras terrestres entre el ejército turco y las facciones conocidas como el Ejército Nacional".

El 23 de mayo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que "el ejército turco tiene la intención de llevar a cabo operaciones militares para combatir el terrorismo en las fronteras del Estado", y señaló que "la decisión sobre estas operaciones se tomará pronto".