China no está de brazos cruzados respecto a la guerra en Ucrania
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, afirma que su país no se queda de brazos cruzados ante la guerra de Ucrania y trata de facilitar la paz.
A pesar de que China no es parte en la guerra de Ucrania, Pekín no se queda de brazos cruzados con respecto a lo que se está desarrollando allí, y está facilitando las conversaciones de paz, dijo el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, a su homólogo húngaro, Peter Szijjart.
"No nos hemos quedado de brazos cruzados, ni echaremos leña al fuego. Siempre hemos promovido de forma inquebrantable y perseverante las conversaciones de paz", dijo Wang.
Wang también destacó que Pekín estaba colaborando con el G20 para hacer frente a los efectos indirectos de la guerra de Ucrania que se experimentaron en todo el mundo y no solo en Europa.
"China está presentando iniciativas para hacer frente a los problemas de seguridad alimentaria y energética", subrayó Wang, ya que varios países se enfrentan a agudas crisis alimentarias provocadas únicamente por la guerra de Ucrania y las sanciones que impiden a Rusia exportar productos alimentarios y agrícolas claves.
Los países con dificultades económicas corren el riesgo de quedarse sin el suministro de unos 10 millones de toneladas de cereales procedentes de Rusia en la próxima temporada si se mantienen las barreras comerciales, subrayó a finales de mayo el presidente de la Unión Rusa de Exportadores de Cereales, Eduard Zernin.
Varias organizaciones y países han pedido que se frene la subida de los precios de los alimentos y se entreguen cuanto antes las cosechas a las regiones que sufren crisis alimentarias agudas.
Rusia y Ucrania desempeñan un amplio papel en el ámbito internacional en lo que respecta a las exportaciones de trigo y cereales. Se calcula que representan el 30 por ciento de las exportaciones mundiales de trigo, el 20 por ciento de las de maíz y el 76 por ciento de las de girasol.
Wang también dijo que todas las partes deberían extraer lecciones del conflicto en Ucrania y examinar la viabilidad de crear "una arquitectura de seguridad europea equilibrada, eficaz y sostenible para lograr una paz y seguridad duraderas".