Ejército chino se convierte en una amenaza mayor para Estados Unidos
Declaró el domingo el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército estadounidense, durante su visita a Indonesia
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El jefe del Estado Mayor Conjunto afirmó que el ejército chino se ha convertido en un peligro mayor para Estados Unidos y sus aliados.
El ejército chino se ha vuelto cada vez más agresivo en los encuentros con otras fuerzas militares que operan en la región de Asia y el Pacífico, convirtiéndose en una amenaza mayor para Estados Unidos y sus aliados, declaró el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército estadounidense durante su visita el domingo a Indonesia.
“El mensaje es que las fuerzas armadas chinas, en el aire y en el mar, se han vuelto significativamente más notables y agresivas en esta región en particular”, dijo Milley.
Según informes, las intercepciones de aviones y barcos estadounidenses y aliados por parte de las fuerzas chinas han aumentado significativamente en los últimos cinco años. El número de tales interacciones consideradas "inseguras" por el Pentágono se ha incrementado de manera similar.
"En uno de esos incidentes el mes pasado, un piloto de jet chino J-16 supuestamente puso en peligro a la tripulación de un avión de vigilancia australiano en el espacio aéreo internacional sobre el Mar de China Meridional. El piloto supuestamente cortó frente al avión y soltó un paquete de paja que contenía pequeños pedazos de aluminio, algunos de los cuales fueron absorbidos por el motor del avión australiano".
Los funcionarios estadounidenses han expresado cada vez más su preocupación por la política militar y exterior de China, incluida su negativa a unirse para sancionar a Rusia por la crisis de Ucrania.
Apenas el mes pasado, el mayor general de la Fuerza Aérea de EE. UU. lamentó que Beijing esté construyendo su arsenal de armas de cinco a seis veces más rápido que Washington y lo esté haciendo a un costo dramáticamente menor.
También argumentó que las ambiciones geopolíticas de China son “una amenaza existencial para nuestra forma de vida, para las libertades que nuestros hijos pueden o no disfrutar”.
