Tras la grave crisis política que sufre Iraq, el Movimiento sadrista confirmó que "hay quienes no quieren derrocar al gobierno actual principalmente la embajada de Estados Unidos en Bagdad".

Esto se suma al llamado del líder del movimiento, Muqtada al-Sadr, que dijo que "hubo voces que hablaron cuando los partidarios del movimiento organizaron una sentada de protesta frente al Consejo Superior Judicial, temiendo que lo asaltaran y revelaran archivos que expondrían a todos sin excepción.

En ese contexto, Muqtada al-Sadr, describió al jefe del Consejo Judicial Supremo, Faiq Zaidan, como "el mayor partidario" del marco de coordinación en Iraq. "Lo que más les molestó fue la demanda de que Faek Zeidan renuncie", apuntó. 

Esto se suma al llamado Al-Sadr, a sus seguidores a "retirarse de la plaza de protesta, frente al Consejo Judicial Supremo iraquí, y mantener la presencia de tiendas de campaña en sus alrededores".