Para no olvidar la masacre de Sabra y Chatila en su 40 aniversario
La Campaña Cívica de apoyo a Palestina y las causas de la nación árabe en Líbano alzó hoy su voz en recuerdo a las miles de víctimas de la masacre de Sabra y Chatila.
A 40 años exactos del genocidio, luchadores de izquierda, nacionalistas, patrióticos y nasseristas condenaron el crimen contra mujeres, niños y hombres del campamento de refugiados de Sabra y Chatila perpetrado por milicias de la derecha cristiana libanesa con apoyo de las fuerzas militares israelíes.
En diálogo con Prensa Latina, Nasser Al Asaad, representante del movimiento Fatah, repudió las atrocidades, maltratos, violaciones y asesinatos a lo largo de la historia del pueblo palestino y ratificó el compromiso con la resistencia popular.
Al Asaad significó la combatividad de sus compatriotas frente a los horrores de la ocupación y abogó por fortalecer el apoyo internacional hasta el establecimiento del Estado Palestino y su capital Jerusalén.
El miembro de la Jihad islámica Abu Wissam Mahfouz transmitió su solidaridad con los familiares de las víctimas y enfatizó en la necesidad de lograr justicia.
Durante el intercambio con Prensa Latina, Mahfouz destacó el rol de la Campaña Cívica a nivel de Líbano y de todo el mundo árabe como referente a la hora de organizar cualquier actividad relacionada con la lucha palestina.
Por su parte, Samah Mahdi, integrante del Partido Nacional Social Sirio, culpó por el crimen al ejército de las bandas de ocupación y reafirmó la adhesión del pueblo palestino a defender la memoria de los mártires de la masacre en Sabra y Chatila.
"Han pasado 40 años y a pesar de ello damos seguimiento a nivel mediático y en diversos campos para derrotar al ente ocupante y hacer pagar a los criminales y asesinos", puntualizó.
El 15 de septiembre de 1982 la derecha cristiana libanesa invadió hogares y fusiló a civiles en Sabra y Chatila con el pretexto de atacar a la Organización para la Liberación de Palestina, una jornada después del asesinato del jefe de la milicia falangista Bashir Gemayal.
Las cifras de muertes varían entre mil 700 y tres mil 500, este último dato según la Cruz Roja, luego de tres días de torturas, violaciones y fusilamientos.