La empresa estatal petrolera de Arabia Saudita, Saudi Aramco, elevó los precios del combustible para Estados Unidos, los disminuyó para Europa mientras que los mantuvo relativamente estables para los clientes asiáticos.

La compañía subió a EE.UU. 0,2 dólares por barril de todos los hidrocarburos, entretanto, a Europa le redujo 1,8 dólares por barril en los grados ligero y extraligero, así como 1,5 dólares por barril de grados medio y pesado.

Por su parte, al continente asiático donde se exporta la mayor cantidad de crudo árabe, los grados ligero y superligero conservaron su precio, los grados medio y pesado ascendieron en 0,25 dólares por barril y el grado extraligero disminuyó en 0,1 dólares.

En este sentido, el experto en geopolítica, Fernando Moregón, afirmó que esto es un símbolo de las malas relaciones entre Arabia Saudita y Estados Unidos. "Los saudís se han ido alejando poco a poco de un país en el que ya no se puede confiar", añadió. 

El académico resaltó que la confiscación de las divisas rusas en EE.UU. por parte de Washington hace que países como Arabia Saudita “giren hacia lo que son las nuevas economías emergentes”.

La más reciente reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP+) efectuada el miércoles último acordó que los miembros debían recortar la producción en dos millones de barriles diarios.

Por otro lado, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que “la decisión de la OPEP de recortar las cuotas de producción es cortoplacista, mientras la economía mundial está lidiando con el continuo impacto negativo de la invasión de Ucrania por parte de Putin”.

A partir de ello, el presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó al Departamento de Energía la liberación de 10 millones de barriles de crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo a partir del próximo mes.