Tope de precio del petróleo ruso del G7 no funcionará
El Banco Mundial advierte que, si otros países no se suman a la medida, esta no será efectiva.
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Tope de precio del petróleo ruso del G7 no funcionará.
El informe Perspectiva de los mercados de materias primas publicado esta semana por el Banco Mundial consideró que el tope al precio del petróleo ruso propuesto por el Grupo de los Siete (G7) no funcionará sin la participación de más países.
El texto indicó que el suministro mundial de crudo dependerá del alcance de la interrupción de exportaciones desde Rusia, las decisiones de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP+) y la respuesta de inversión de las compañías estadounidenses.
También señaló que la Agencia Internacional de Energía (AIE) espera que las exportaciones de ese recurso por parte del país eslavo disminuyan aproximadamente en 1,5 millones de barriles al día debido a las sanciones adicionales.
"El tope al precio del petróleo propuesto por el G7 podría afectar al flujo de crudo desde Rusia, pero es un mecanismo no probado y necesitaría la participación de grandes economías de mercados emergentes y en desarrollo para lograr sus objetivos", punualizó el documento.
Al mismo tiempo, recordó la advertencia de Moscú de no comerciar con los países que participen de dicha iniciativa.
Más preocupaciones
En este sentido, el BM sostuvo que, si bien es posible que se produzcan "trastornos significativos" en las exportaciones rusas a corto plazo, los participantes del mercado podrían encontrar formas de eludir las sanciones, tal y como ha ocurrido a menudo en escenarios parecidos.
Por otro lado, el informe alertó que la depreciación de las monedas en la mayoría de los países en desarrollo provoca un incremento en los precios de los alimentos y los combustibles.
Aseguró que tales dificultades podrían profundizar las crisis alimentaria y energética que muchas de esas economías ya sufren.
El mes pasado, el G7, formado por EE.UU., Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón, acordó introducir topes al precio del petróleo ruso, con el objetivo de reducir los ingresos de Moscú y limitar el impacto del conflicto en Ucrania sobre los costos energéticos a nivel mundial.