Cancelan reunión de la UE para definir precio del petróleo ruso
Mientras Polonia y los países bálticos presionan por precios más bajos, Grecia, Chipre y Malta exigen lo contrario o alguna compensación por las pérdidas que podrían sufrir.
La Unión Europea no llegó a un acuerdo para limitar los precios del petróleo ruso transportado por mar. Las profundas divisiones entre los estados miembros del bloque frustó el resultado final de una cita propuesta por el G7 y que busca introducir un límite máximo a los costos de combustible ruso.
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De acuerdo con Bloomberg, la reunión se pospuso para el próximo lunes.
La idea es prohibir a las compañías navieras y aseguradoras trabajar con cargamentos de combustible de Moscú en todo el mundo, a menos que se venda por un precio menor al establecido por el Grupo (Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y sus aliados.
Mientras, Polonia, Estonia y Lituania presionan por un tope mucho más bajo que el propuesto (65-70 dólares por barril). Por su parte, Grecia, Chipre y Malta piden un límite más alto o alguna compensación, debido a que la medida ocasionaría grandes pérdidas a su importante industria naviera.
¿Qué dice EE.UU. de todo esto?
Varsovia y los países bálticos consideran el monto demasiado generoso para Moscú y "tratan de superarse mutuamente en su dureza con respecto al tope de precios", dijo uno de los diplomáticos familiarizados con las negociaciones, y agregó que Polonia quiere vincular el acuerdo con un nuevo paquete de sanciones contra Rusia por parte de Bruselas.
Las posturas dentro de la UE "aún están muy alejadas y no se ve a EE.UU. por ningún lado para acercar a las partes en disputa dentro del bloque comunitario", subrayó la fuente. Esta discrepancia deja al descubierto las tensiones fundamentales que subyacen a la idea del tope de precios, señala Bloomberg.
Los países del bloque comunitario se ven obligados a elegir entre dos prioridades que son casi imposibles de resolver: tratar de reducir los ingresos de Moscú y evitar picos potencialmente dolorosos en el precio del crudo que podrían dañar la economía global.
Rusia es uno de los mayores productores de petróleo del mundo y representa cerca del 10 por ciento del suministro global.
El Gobierno de Moscú ha calificado en reiteradas ocasiones la iniciativa occidental como una "medida antimercado" que puede complicar considerablemente la situación, y advirtió que "no planea suministrar" petróleo a los países y compañías que se unan a la limitación de su precio.