El conflicto en Ucrania agota las reservas de armas de la OTAN
Los niveles de producción, tanto en EE.UU. como en Europa, no pueden seguir el ritmo con el que Kiev consume proyectiles de artillería.
Los combates en Ucrania pusieron al descubierto fallos en la planificación estratégica de EE.UU., al tiempo que revelaron lagunas significativas en la base industrial militar de Washington y de la OTAN, según refleja The Washington Post.
El material pubicado este viernes analiza la ayuda bélica prestada por Occidente a Kiev.
"Las existencias de muchas armas y municiones claves están a punto de agotarse y los plazos de espera para la nueva producción de misiles se prolongan durante meses y, en algunos casos, años", señala el artículo.
En esta línea, el diario indica que solo seis mil millones de dólares de los más de 20 mil millones de ayuda militar ofrecida por la Casa Blanca a Kiev, se concretaron mediante nuevos contratos para la producción de armas, el resto salió de las reservas de arsenal armamentístico del propio Pentágono.
Según estimaciones de los funcionarios de Defensa de EE.UU. el complejo industrial militar estadounidense puede fabricar unas 14 mil municiones para obuses calibre 155 mm en un mes y las fuerzas ucranianas disparan esta cantidad de proyectiles en dos días de intensos combates.
En su búsqueda de soluciones a este problema, Washington quiere entrenar a las tropas ucranianas para que "combatan como estadounidenses" y usar diferentes tácticas.
Paralelamente, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, insta a los aliados europeos a recurrir más a sus propias reservas y ampliar sus capacidades de producción para asumir una mayor parte de la carga de los envíos de proyectiles a Kiev.
Sin embargo, el Viejo Continente también tiene problemas para alcanzar los volúmenes de producción que satisfagan sus propias necesidades y las de Ucrania, que dispara seis mil municiones a diario, reportó este jueves el diario The Wall Street Journal.
La capacidad de producción europea es extremadamente inadecuada. Tanto es así, que necesitaría hasta 15 años para reponer sus existencias al ritmo de producción actual si los combates cesaran mañana, estimó Michal Strnad, dueño de la compañía checa Czechoslovak Group AS.
Uno de los obstáculos que impide aumentar la producción son los recientes cambios en la legislación de la Unión Europea (UE), que bloquearon muchas inversiones en el sector armamentístico, calificado como "no sostenible", explica The Washington Post.
Moscú manifestó en reiteradas ocasiones que el suministro de armamento avanzado y de largo alcance podría derivar en un conflicto directo entre Rusia y la OTAN, al tiempo que acusa a Occidente de intentar prolongar el conflicto.