El parlamento alemán critica exiguo equipamiento de su ejército
La mayor parte de los insumos militares se destinaron al apoyo de Ucrania, denunció la parlamentaria Eva Hegel.
La comisionada del parlamento alemán para Asuntos de Defensa, Eva Hegel, criticó el exiguo equipamiento del ejército de su país al cual le faltaba prácticamente todo.
La escasez incluye equipos personales, cascos, mochilas, chalecos antibalas, vehículos, además de estaciones, dispositivos de comunicación y municiones para tanques, detalló la diputada.
Desde el comienzo de la operación militar especial rusa en Ucrania, los parlamentarios alertaron sobre la necesidad de mejorar los equipos y las condiciones para restaurar la capacidad de combate.
La situación ahora es peor que antes del 24 de febrero porque se proporcionaron muchos suministros y equipos a Ucrania, pero no se recibió ningún reemplazo, agregó Hegel.
A partir del 1 de enero, Alemania encabezará la Fuerza de Tarea Conjunta Combinada de Alta Disponibilidad de la OTAN, formada por once mil 500 efectivos como parte de la Fuerza de Reacción Rápida de la alianza.
Un informe reciente del Ministerio de Defensa germano reveló que dos tercios de las armas alemanas modernas se encuentran en un estado inutilizable.
Para comenzar a recuperar sus capacidades para el rearme, Berlín necesita alrededor de 106 mil millones de dólares, según el gobierno.
El ejército alemán tiene solo 73 cañones disponibles para usar de los 105 BZH disponibles, además otros 18 se reparan en talleres de armas, agregó el documento.
Además necesita restaurar los vehículos blindados "Puma" básicos, después de sufrir una serie de fallas escandalosas durante ejercicios conjuntos con las fuerzas de la OTAN.
El mando castrense estableció un comité para investigar las causas de los desperfectos en esos vehículos y ordenó una reparación urgente para cumplir con las obligaciones de Alemania hacia la alianza.
El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció en febrero pasado ante el Parlamento una enorme inversión de 100 mil millones dólares destinados a restaurar el equipo militar, después de décadas de desgaste desde el final de la guerra fría.