Violenta jornada de paro en Santa Cruz, Bolivia
Los grupos de extrema derecha, conocidos como Comités Cívicos, insisten en desatar el caos y la violencia en Santa Cruz tras la detención del gobernador Luis Fernando Camacho.
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Instituciones públicas y vehículos quemados, destrozos en negocios y edificios públicos, así como múltiples escenas violentas protagonizaron la jornada de paro por 24 horas en Santa Cruz..
Instituciones públicas y vehículos quemados, destrozos en negocios y edificios públicos, así como múltiples escenas violentas protagonizaron la jornada de paro convocada por el Comité Cívico y protagonizada por la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), de Santa Cruz, en Bolivia.
Los grupos de extrema derecha realizaron una huelga cívica de 24 horas para exigir la liberación del gobernador del departamento de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho por el caso Golpe de Estado I.
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Por más de siete horas, grupos de choque de la UJC intentaron tomar el Comando Departamental de la Policía de Santa Cruz, armados de palos, piedras y petardos sin lograr su objetivo.
Los violentos además quemaron varias llantas en los alrededores de la institución mientras los uniformados utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos y evitar el avance de los movilizados.
Al menos una veintena de personas están arrestadas y varios efectivos policiales heridos.
Horas más tarde, personas afines al gobernador Camacho también quemaron las oficinas de Sustancias Controladas.
Tras la detención del gobernador el miércoles último, grupos afines a Camacho desataron el caos y la violencia en Santa Cruz.
Camacho fue detenido el miércoles 29 de diciembre por la policía nacional y el jueves un tribunal le dictó prisión preventiva durante cuatro meses, en tanto prosigue una investigación sobre los hechos que condujeron a un golpe de Estado y a la salida del entonces presidente Evo Morales en noviembre de 2019.
El gobernador es procesado por el expediente Golpe de Estado I, por su confabulación con políticos, policías y militares para llevar adelante esa operación que provocó las movilizaciones de octubre y noviembre de 2019.
Como resultado de esas, se impuso un gobierno de facto (2019-2020), cuya represión contra quienes protestaban en defensa del orden democrático originaron las masacres de Sacaba y Senkata, con saldo de 38 muertos, cientos de heridos y miles de violaciones de los derechos humanos.