Riad preocupado por el papel de Omán en las negociaciones yemeníes
La publicación Intelligence Online habla sobre el papel de Omán en Yemen y explica por qué se ha vuelto tan especial para los círculos gobernantes de Arabia Saudita .
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Riad preocupado por el papel de Muscat en las negociaciones yemeníes.
El jefe de inteligencia de Omán, Muhammad al-Nu'mani, mostró el importante papel de su país en las negociaciones yemeníes con el apoyo de Estados Unidos, y la molestia para Arabia Saudita que quiere dirigir el proceso, según un artículo publicado por Intelligence Online.
El sitio señaló que Muhammad al-Nu'mani, jefe de la oficina real de Omán, envió el 10 de enero último una delegación de oficiales de inteligencia a Saná para reunirse con funcionarios de Ansar Allah, en una acción que refleja "el deseo de permanecer como el principal personaje en el conflicto yemení.
Aunque Omán y Arabia Saudita, según la publicación están más cercanos desde que Haitham bin Tariq se convirtió en sultán, los diplomáticos sauditas responsables del expediente de Yemen se quejan de que Muscat apoya a Ansar Allah de manera informal, en lugar de mediar.
El jefe del Consejo Político Supremo de Yemen, Mahdi Al-Mashat, confirmó hace dos semanas que su país "aprecia el papel del Sultanato de Omán y su entusiasmo por hacer avanzar el proceso de paz en el país".
El Ministro de Información del Gobierno de Salvación de Yemen, Daif Allah Al-Shami, confirmó el 15 de enero que la delegación omaní es optimista sobre el progreso de su mediación, pero la decisión está en manos de la otra parte.
Por us parte, Al-Shami señaló en una entrevista con Al-Mayadeen que "la situación humanitaria es la prioridad".
El titular subrayó que "su país no quiere ayuda de nadie, su riqueza nacional es suficiente para el proceso de reconstrucción". Mientras, hay "partidos liderados por Estados Unidos y Gran Bretaña que no quieren que la situación en Yemen se estabilice".
En octubre pasado, Saná anunció que las negociaciones para extender el armisticio de la ONU llegaron a un callejón sin salida, luego de que Arabia Saudita se negara a pagar los salarios de los empleados públicos con los ingresos del petróleo y el gas producidos en las gobernaciones yemeníes, ni a detener la guerra y levantar el sitio impuesto al país.
