La congresista Anna Paulina Luna aseguró que es hora del regreso de las fuerzas militares de Estados Unidos de Siria y dejar de vigilar las calles de Alepo.

Según un artículo de la revista estadounidense Newsweek, la política consideró que la era de las ideas utópicas terminó, y el Congreso debería enfocarse en el flujo de terroristas a través de la inexistente frontera Sur, el creciente poderío de China y el cumplimiento de la ley y el orden en sus ciudades.

Como sus representantes, prestaron juramento al pueblo de los Estados Unidos, no al de Siria, Ucrania o cualquier otro lugar, aseguró Luna para explicar su postura.

Al mismo tiempo, calificó de paso necesario el retorno de las tropas para reorientar la política exterior de su país.

Unos pocos cientos de soldados en tierra ajena no cambian nada, menos para detener posibles ataques terroristas. Es ridículo el argumento "Vendrán aquí si no los combatimos allá", o todo el planeta requeriría una presencia estadounidense avanzada, aseveró.

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La revista empleó el caso de Siria como ejemplo de fallo en la ingenua campaña para el cambio de régimen en Oriente Medio, impulsada durante el mandato de Barack Obama.

El eslogan "Al-Assad debe irse" despertó falsas esperanzas en cierto sector de los sirios y condujo a la extensión de la guerra, aseguró el análisis.

De acuerdo con la congresista, el ejército está "supervisando" una tierra sin valor estratégico directo porque el terrorismo local en países lejanos no representa una amenaza  para Whashington, y además hay otras formas de manejarlo de manera efectiva.

Sugirió emplear los miles de millones de dólares destinados a Oriente Medio en sus propias patrullas fronterizas, y vender a Taiwán los equipos dejados atrás en la fallida retirada de Afganistán.