Tragedia migratoria estremece a familias en El Salvador
La mayoría de los latinos en las rutas ilegales hacia territorio de Estados Unidos son jóvenes.
En tránsito desesperado hacia Estados Unidos por vías no legales de migración, muchos jóvenes de El Salvador pierden la vida o se convierten en delincuentes, según datos reportados por la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2022.
El asunto estremece a familias, comunidades, autoridades religiosas y otras voces de esa nación centroamericana.
"Nos estamos quedando sin juventud” dijo el obispo de Chalatenango, monseñor Oswaldo Escobar, al referirse a una de las frecuentes tragedias en ese contexto, esta vez relacionada con dos de los fallecidos en el centro de detención migratoria de Ciudad Juárez, en México.
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La falta de condiciones para cumplir sus expectativas deja a esa y otras regiones del país sin jóvenes, lamentó el prelado ante una multitud de creyentes y ciudadanos durante el último adiós a sus coterraneos, atrapados por el denominado sueño americano.
Duele mucho esta migración constante, nos estamos quedando sin brazos para hacer producir la tierra. Hay mucha gente mayor y niños, mucha madre soltera y eso nos trastorna, describió el padre Escobar la situación, muy similar a la de otras naciones del entorno.
Enrique Alfonso Melara Rivera, de 44 años, y Milton Alexis Melara Melgar, de 33 años, son dos de las 40 víctimas del incendio del centro de detención migratoria de Ciudad Juárez.
En el sineistro perdieron la vida otros 38 hombres adultos de Guatemala, Honduras, Colombia, Venezuela, y Ecuador.
Cuando no regresan en ataúdes, lo hacen convertidos en pandilleros deportados, alertó el religioso.
La EHPM de 2022, publicada esta semana, confirmó esa alarma demográfica y social: si el 24,6 por ciento de la población joven del país ni estudia ni tiene trabajo, es un reservorio de futuros emigrantes, o integrantes de maras violentas.
Así estimaron expertos, al valorar los altos niveles de violencia en El Salvador con participación de los llamados "ninis" (ni estudian ni trabajan).
Aunque la cifra de esos jóvenes es un 12,2 por ciento menos con relación al año 2020, es preocupante porque sus posibilidades de desarrollo profesional son muy pocas, al estar fuera del sistema educativo, reveló una nota de la agencia Prensa Latina.
Por otra parte, y para acentuar el peligro, la EHPM mostró que de una la población de seis millones 330 mil 947 el año pasado, el 25,8 por ciento son jóvenes entre 15 a 29 años.
Según el Estudio de bienestar y políticas de juventud en El Salvador, uno de cada siete jóvenes en ese país enfrenta dificultades en múltiples dimensiones de bienestar al mismo tiempo.
Una de ellas, las trabas para reinsertarse socialmente cuando enfrentan conflicto con el sistema de justicia por hechos tipificados como delitos, lo cual impulsa muchas veces la decisión de migrar hacia el norte.