El imperio estadounidense está en bancarrota
Una publicación del sitio web británico UnHerd habla sobre el declive de la potencia económica que solía ser EE.UU.
Estados Unidos y sus aliados deben prepararse para algunas décadas de dolorosa agitación económica, social y política, según augura un artículo publicado por el sitio web británico UnHerd.
El texto, firmado por John Michael Greer, recuerda el surgimiento y ascenso del imperio estadounidense, donde ahora habita alrededor del cinco por ciento de la raza humana, luego del colapso de los imperios británico y español.
Pero, de acuerdo con la publicación, esa potencia no permanecerá por mucho más tiempo, contrario a las afirmaciones del científico, filósofo y economista político estadounidense, Yoshihiro Francis Fukuyama.
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— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) April 25, 2023
A juicio de Fukuyama, Estados Unidos está destinado a permanecer como es para siempre.
Sin embargo, para Greer, autor de una treintena de libros, los grandes poderíos siempre se destruyen a sí mismos. La velocidad de esta deflagración depende del mecanismo utilizado por cada potencia para extraer riqueza de los países donde decidan asentarse.
EE.UU. inició su colapso en el corto tiempo, pues en el intento de expandirse solo utilizó el dólar estadounidense como medio de cambio e imprimió billetes sin respaldo, lo cual condujo a déficits presupuestarios masivos, explicó.
Cuando Rusia lanzó su operación militar en Ucrania, Washington y sus aliados respondieron con sanciones económicas, pero nadie tomó en consideración a otras naciones con interés en socavar el imperio estadounidense.
En ese sentido, el autor menciona a China, nación con la economía más grande del mundo en términos de poder adquisitivo, la cual aumentó sus importaciones de petróleo, gas, cereales rusos y otros productos.
Lo mismo hizo India, actualmente la tercera fuerza económica, e Irán, nación en el puesto 17 en cuanto a extensión territorial a nivel global, más del doble del tamaño del estado de Texas y rico en petróleo y gas natural.
La República Islámica es una potencia industrial y automotriz próspera, construye y lanza sus satélites orbitales y lucha contra las sanciones de EE.UU. desde 1978.
Por lo tanto, el gobierno y la industria iraníes conocen todas las formas imaginables de eludir estas medidas.
Después del inicio de la guerra de Kiev, Moscú y Teherán concretaron acuerdos comerciales e Irán transfirió su conocimiento al Kremlin para evadir las leyes en su contra.
Con la ayuda de Beijing, Nueva Delhi y otros aliados, esas legislaciones fracasaron en poco tiempo.
En resumen, apunta Greer, Estados Unidos está en bancarrota. El gobierno desde todos los niveles, las grandes corporaciones y una gran cantidad de ciudadanos ricos, tienen hoy enormes e impagables deudas.
El cinco por ciento de la población de esa nación tendrá que volver a vivir con alrededor del cinco por ciento de la riqueza del planeta, como lo hacían antes de 1945, asegura el autor.