Beijing es difícil de espiar, valora revista Foreign Affairs
El medio estadounidense de relaciones internacionales comentó las dificultades de Washington para monitorear las intenciones de Beijing en sus tratos con otros países.
Las agencias de inteligencia en Estados Unidos pasan mucho trabajo para monitorear las actividades y planes extranjeros de China, comentó la revista Foreign Affairs.
Ese medio norteamericano de análisis sobre relaciones internacionales, calificó a Beijing de objetivo difícil en materia de espionaje.
En un reportaje titulado ¿Cómo espiamos a China?, la revista detalló intentos de la administración de Biden en los últimos meses de obtener insumos para proporcionar a sus aliados una imagen clara de las intenciones del gobierno chino en aspectos clave de la geopolítica internacional.
Puso de ejemplo las declaraciones del secretario de Estado, Anthony Blinken, a mediados de febrero último, cuando auguró que China pronto comenzaría a proporcionar a Rusia asistencia letal para enfrentar a Ucrania, y esa medida cambiaría drásticamente la dinámica del conflicto.
Sin embargo, hasta ahora ninguna información filtrada confirma tales planes, ni proporcionó evidencia concreta de participación de la nación asiática en el conflicto, puntualizó la revista.
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Del mismo modo, el director de la CIA, William Burns consideró a Beijing lista para tomar el control de la isla de Taiwán en 2027, una aseveración polémica para los analistas en Washington sobre los procesos militares chinos, quienes no se ponen de acuerdo sobre cuándo tendría lugar tal movimiento, si ocurre.
De acuerdo con Foreign Affairs, una razón para tan grande incertidumbre es la dificultad de los espías de la CIA y otras agencias para entender los objetivos chinos, y luego aprovechar ese conocimiento para prever movimientos.
Lo intentan, pero no lo logran, aseguró la revista, con lo cual concuerdan otros medios como The New York Times y Foreign Policy, pues, según sus fuentes, China desmanteló el sistema de espionaje imperialista en sus fronteras.
Además, según opinan expertos en Foreign Affairs, el poder dentro del partido comunista chino (PCCh) está concentrado en la élite, y eso dificulta la filtración de secretos.
Otro argumento importante es la imposibilidad de monitorear todos sus pasos en el extranjero (mucho menos anticiparlos), porque la red de acciones de Beijing es muy extensa.
El gobierno de Estados Unidos sigue vinculado en gran medida a formas tradicionales de recopilación de inteligencia, opinó el medio.
En su criterio, emplear datos humanos clasificados y administrados por el gobierno es una estrategia mal adaptada a las necesidades actuales, lo cual proporciona una visión insuficiente de las intenciones chinas.
De igual modo, consideró poco probable un aumento de los recursos dedicados a estas prácticas, y sin esa actualización es imposible conseguir la información recabada por Washington para estimar el comportamiento de Beijing.
Desafíos de titanes
Asimismo, y según la revista The American Conservative, la mayoría de los políticos estadounidenses consideran a China un desafío militar superior a Rusia.
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La posibilidad de conflicto con la República Popular China por la rebeldía de Taiwán devino un tema cada vez más común en Washington, presagio de una confrontación peligrosa, según el citado análisis.
Cualquier conflicto sería horrible, en el mejor de los casos, o catastrófico, pues desencadenaría décadas de enfrentamientos, agitaría la economía mundial y pondría en peligro a Estados Unidos, describió el artículo.