Influencia de EE.UU. en el sudeste asiático disminuye a favor de China
Estados Unidos todavía disfruta de lazos de defensa mucho más fuertes con los países del sudeste asiático, mientras china avanza en sus relaciones económicas.
Estados Unidos perdió influencia ante China en los últimos años en el sudeste asiático con respecto a su participación económica y diplomática.
Según el informe publicado en el sitio web del Instituto Lowy en Sydney, Australia, Beijing tiene mayor crédito en todos los países de la región, excepto en dos: Filipinas y Singapur.
China y Estados Unidos aplicaron una nueva metodología a los datos recopilados durante cinco años para evaluar el Índice de Energía Asiática e ilustrar el impacto relativo de las dos superpotencias en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), indicó un estudio de Asia Power Snapshot.
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De acuerdo con el referido documento, Estados Unidos perdió frente a China en cuatro categorías medidas por el Índice de Fortaleza Asiática: relaciones económicas, redes de defensa, influencia diplomática e influencia cultural.
En comparación con Bejing, Washington todavía disfruta de una relación de defensa mucho más fuerte con los países del sudeste asiático, según el Instituto Lowy, pero el gigante asiático aumentó la ventaja en cuestiones económicas.
Conforme a un reporte del sitio digital The American Conservative, la mayoría de los responsables políticos estadounidenses creen a China un desafío militar mayor que Rusia.
Al respecto, la publicación pregunta: ¿Están dispuestos los estadounidenses a morir por Taiwán? ¿Debería Estados Unidos comprometerse con ese territorio, cuando la mayoría de sus funcionarios parecen dispuestos a cometer suicidio nacional para protegerlo?
Para The Wall Street Journal, Estados Unidos aún no está listo para lidiar con una nueva era de competencia de grandes potencias contra China y Rusia. En su opinión, hay obstáculos significativos en el camino.
En su análisis, Bloomberg ubicó la pérdida de terreno de Washington ante sus principales rivales Beijing y Moscú en los días del presidente Donald Trump, y calificó esa etapa como una "nueva guerra fría".