Escena borrosa envuelve las elecciones en Turquía
El resultado de las elecciones presidenciales en primera vuelta será a favor del líder del Partido Justicia y Desarrollo, Recep Tayyip Erdogan, aseguró Efte Bulut, representante de la referida formación política.
Para el próximo 14 de mayo está prevista la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias en Turquía, y para el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), el objetivo es centrarse en ganarlas.
En entrevista con Al Mayadeen, el representante de la referida formación, Efte Bulit, manifestó seguridad en la victoria de Recep Tayyip Erdogan desde la primera vuelta.
هدفنا هو أن نركز على الفوز في هذه الانتخابات ولدينا أمل في تحقيق ذلك.
— قناة الميادين (@AlMayadeenNews) May 1, 2023
النائبة عن حزب العدالة والتنمية افت بولوت لـ #الميادين.#الميادين #تركيا #الانتخابات_التركية#تركيا_بوسفور_الانتخابات pic.twitter.com/ej969gKNNW
El también miembro de la fuerza política Omar Kayed indicó que las campañas electorales son más severas en Ankara, por tres razones importantes: es la capital del país, la segunda ciudad más poblada después de Estambul y por el control ejercido sobre ella por el PJD desde su fundación.
Según expertos, la mayoría de las cosas en Turquía parecen estar en suspenso, mientras todo el mundo espera el resultado del proceso electoral.
Los diplomáticos en Ankara tratan de averiguar si una victoria de la oposición producirá un "pivote" político.
كيف تبدو أجواء الانتخابات التركية والتنافس بين المرشحين في #أنقرة؟
— قناة الميادين (@AlMayadeenNews) May 1, 2023
موفد #الميادين إلى #أنقرة عمر كايد.@kayed_omar pic.twitter.com/uFCn0l3OtK
Fuera de frontera, los europeos, en particular, quieren saber si tras los comicios Turquía volverá a negociar con sus aliados de la OTAN y Occidente, o acercará aún más sus directrices a las de Rusia y a la autocracia antioccidental.
De acuerdo con varios analistas, las realidad económica evidencia la necesidad turca de mantener relaciones tanto con los compradores occidentales de sus exportaciones como con los proveedores rusos y chinos de importaciones clave.
Para bien o para mal, estos lazos complementarios impedirán un reajuste geopolítico radical, ya sea bajo el nuevo mandato del presidente Erdogan o de su sucesor.
Ante este panorama, los turcos expresan preocupación por la inflación y la depreciación de la lira. Ven cómo los precios suben casi a diario, y el gobierno agota las reservas de divisas mientras intenta posponer la inevitable evisceración del poder adquisitivo local.
En este sentido, la política exterior desempeña un papel secundario en las conversaciones internas sobre el inquilino del poder.
A menos de un mes de las cruciales elecciones, las dos coaliciones principales presentan un único candidato para el nuevo sistema presidencial.
La retórica de las coaliciones opuestas está polarizada, y la división contribuye a la sensación de que Turquía podría no mantener su equilibrio actual entre los compromisos institucionales occidentales y los arrebatos antioccidentales.
Erdogan promete, si gana, una continuación de su populismo conservador. También celebra la emergencia de su gobierno como potencia regional y pregona el progreso de la industria nacional hacia la producción de aviones no tripulados, automóviles y acorazados.
Mientras tanto, la oposición liderada por Kemal Kılıçdaroğlu, del Partido Republicano del Pueblo, plantea adoptar una postura menos enfrentada con Occidente.
Aunque el argumento sigue una lógica esencialmente económica, es comprensible la sugerencia diplomática de prestar más atención al potencial de mejora de las relaciones con Occidente.
A pesar del binario retórico presentado por Erdogan y la oposición, el compromiso de Turquía con la soberanía sugiere un giro contrario a lo deseado o esperado por algunos observadores internacionales.
Según la historia turca, su política exterior moderna está mucho más cerca de la neutralidad tercermundista orientada al desarrollo, no a una membresía comprometida en la OTAN.
Con una crisis económica en curso, la moderación es imperativa, y así será para quien gane las lecciones, subrayaron especialistas.
Turquía mantiene sólidas relaciones económicas tanto con los países occidentales como con sus adversarios, entre ellos Rusia y China, y no es probable cambios inmediatos en esos lazos tras el resultado de las elecciones.
La dependencia de Turquía respecto a Rusia es llamativa y suscita preguntas sobre su dependencia política. De hecho, antes de febrero de 2022 los estudiosos describían la relación ruso-turca como una interdependencia asimétrica.
A más de un año después de la operación rusa en Ucrania, esa relación aumenta, concluyeron analistas.