La trigésimo segunda sesión ordinaria de la Cumbre Árabe comenzó este viernes en Jeddah, Arabia Saudita.

El príncipe heredero del reino, Mohammad bin Salman, recibió en su sede a los líderes árabes y a los jefes de las delegaciones presentes en la cita.

Los expertos consideraron prominente la recepción ofrecida al presidente sirio, Bashar al-Assad, en su regreso al evento regional.

De acuerdo con SANA, el jefe de Estado sirio estrechó la mano del emir de Qatar, jeque Tamim bin Hamad Al Thani, como antesala a una conversación paralela entre ambos.

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Durante el discurso inaugural, el primer ministro argelino, Ayman Ben Abdel Rahman, dio la bienvenida al regreso de Siria a la Liga Árabe, reiteró su plena solidaridad con el pueblo palestino y pidió a la comunidad internacional presionar al régimen israelí para detener los ataques sistemáticos contra ellos y la política de colonización.

En opinión de Rahman, existen indicios de la aparición de un nuevo orden mundial multipolar a expensas de la polaridad única.

Tras su discurso, Argelia entregó a Arabia Saudita la presidencia de la 32 Cumbre de países árabes.