Negativo balance del ataque a la presa Kakhovka, en Rusia
Miles de evacuados y decenas de heridos es el saldo del desastre provocado. El nivel de agua en las áreas afectadas sigue bajando, comunicó el gobernador interino de la provincia rusa de Jersón, Vladímir Saldo.
Al cierre de este sábado, 10 de junio, casi siete mil civiles, incluidos 323 niños, fueron evacuados de las zonas inundadas tras la destrucción de la represa de la central hidroeléctrica de Kakhovka, en Rusia,informó el gobernador interino de la provincia de Kherson, Vladímir Saldo.
Unos mil 500 individuos fueron a los puntos de alojamiento temporal y hospitalizaron a 77 personas heridas, las cuales reciben la atención médica necesaria.
El nivel de agua en las áreas afectadas baja despacio. En el distrito de Nóvaya KaKhovka disminuyó hasta los siete metros y en los municipios de Alioshki y Gólaya Pristan hasta 1,5 y 2,1 metros, respectivamente.
Siguen en marcha las labores para eliminar las secuelas de la inundación como el bombeo de agua desde los sótanos y la limpieza de las calles y el restablecimiento del suministro eléctrico.
Según especialistas, la sección del río Dniéper aguas abajo de la hidroeléctrica volverá a su cauce habitual el próximo 16 de junio.
Por otro lado, Saldo denunció los ataques "incesantes" por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania, pero aseguró que, pese a los bombardeos, las labores de emergencia siguen en curso sin demora.
Moscú y Kiev se acusan mutuamente por la voladura del dique. El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, reconoció no tener pruebas para sostener su versión de culpar al Kremlin, pero prometió recopilarlas.
Por su parte, el mandatario ruso, Vladímir Putin, calificó el ataque como una "acción bárbara" y una apuesta peligrosa en la escalada de las hostilidades, además acusó a Ucrania de cometer crímenes de guerra y utilizar métodos terroristas y organizar sabotajes en territorio ruso.
Mientras, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, responsabilizó a Moscú por la voladura de la central, aunque admitió que Washington todavía está evaluando lo ocurrido.