Defiende EE.UU. uso de bombas de racimo mientras fabrican de otro tipo
Para el Pentágono, una victoria de Rusia sería peor que poner a la población civil de Ucrania en peligro por muchos años.
Entre una victoria de Rusia y el peligro a largo plazo para la población de Ucrania por el uso de bombas de racimo en su territorio, el subsecretario del Departamento de Defensa sobre Asuntos Políticos de Estados Unidos, Colin Kahl, consideró peor la primera opción, y defendió el suministro a Kiev de armamento prohibido en más de 120 países, para "ganar tiempo", cueste lo que cueste.
Según comentó en una rueda de prensa este alto funcionario, el mando militar ucraniano hizo el compromiso de no usar esas municiones en zonas urbanas pobladas y llevar registros para facilitar las operaciones de desminado en el futuro.
También reiteró la excusa de la Casa Blanca de ver esta entrega como una "decisión provisional", en tanto su industria bélica, y la de los aliados europeos produzcan más municiones de artillería, sobre todo de 155 milímetros, al parecer agotada en una contraofensiva sin avances ni perspectiva de cierre a corto plazo.
De acuerdo con Kahl, el empuje de Volodímir Zelenski va "un poco lento" y los gastos de artillería son muy altos, por tanto la medida dará un poco de tiempo, aunque sea a costa de la propia población del país que las use.
El propio presidente Joe Biden, calificó de "muy difícil" la decisión de hacer público el empleo de esas municiones, expresión traducida por el embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, como un peligroso "gesto de desesperación", porque aproxima al mundo a una nueva contienda mundial, esta vez entre potencias con capacidad nuclear.
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De hecho, en febrero pasado una vocera norteamericana calificó de "crimen de guerra" si Rusia decidía emplear ese tipo de armas, y hoy su gobierno lo considera justificado y busca compartir la culpa con algunos aliados que "abrazaron"con entusiasmo la propuesta.
Apenas en febrero de este año, la Casa Blanca catalogaba como un "crimen de guerra" el uso de bombas de racimo por parte de #Rusia, menos de 5 meses después, la administración Biden dice que es "absolutamente correcto" entregarle ese tipo de armamento a #Ucrania
— Luis De Jesús 🇵🇷 (@ldejesusreyes) July 8, 2023
¿Entonces? pic.twitter.com/KF7AhT6lFq
Una de las principales objeciones a las bombas de racimo, empleadas por primera vez en la Segunda Guerra Mundial, es el riesgo de que las minibombas desperdigadas durante el vuelo caigan muy lejos del objetivo y en algunos casos no detonen en el momento, lo cual significa también prolongar la latencia de su capacidad de causar daños.
Debido a la incidencia letal de estas armas en la población civil, 123 países adoptaron en 2008 una convención para prohíbir su uso, de ellos, solo 12 ya firmaron el acuerdo vinculante.