Tres millones de personas con Tuberculosis carecen de tratamiento médico, dice OMS
La Tuberculosis afecta a más de 10 millones de personas. La grave escasez de fondos y la falta de acceso a la atención ponen en peligro a las poblaciones de riesgo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que en 2018 "más personas que nunca recibieron tratamiento antituberculoso que salva vidas, debido en gran medida a la mejora de la detección y el diagnóstico", sin embargo unos tres millones de enfermos carecen aún de atención contra el mal.
A nivel mundial 7 millones de personas fueron diagnosticadas de tuberculosis (TB) y recibieron tratamiento para la enfermedad; en comparación con 6,4 millones de personas en 2017. Este hecho permitió que el mundo alcanzara uno de los hitos en el cumplimiento de los objetivos de la Declaración Política de las Naciones Unidas sobre la TB.

La Tuberculosis es una infección bacteriana causada por un gérmen llamado Mycobacterium tuberculosis. La bacteria suele atacar los pulmones, pero puede también dañar otras partes del cuerpo. La enfermedad se disemina a través del aire, cuando una persona con TB pulmonar tose, estornuda o habla.

El último Informe mundial de la OMS sobre la TB señala que en 2018 también se redujo el número de muertes por esta enfermedad: 1,5 millones de personas murieron de TB en 2018, frente a 1,6 millones en 2017. Al tiempo que disminuyen los casos nuevos.
El número de nuevos casos de TB ha ido disminuyendo constantemente en los últimos años.
Son las poblaciones marginadas y de ingresos bajos las más afectadas por la enfermedad: alrededor de 10 millones de personas enfermaron de TB en 2018.

Actualmente, en muchos países la fragilidad de la infraestructura sanitaria y la escasez de personal sanitario dificultan la realización oportuna del diagnóstico y la administración de los tratamientos adecuados para la TB.
Los sistemas de notificación deficientes son otro problema: aunque los proveedores de servicios de atención de la salud tratan a las personas, no notifican los casos a las autoridades nacionales, lo que deja una imagen incompleta de las epidemias nacionales y de las necesidades de los servicios.
Hasta un 80% de los pacientes de TB en los países de alta carga gastan más del 20% de sus ingresos familiares anuales en el tratamiento de la enfermedad.

"Los progresos sostenidos en la lucha contra la TB requerirán sistemas de salud sólidos y un mejor acceso a los servicios. Esto significa una inversión renovada en la atención primaria de la salud y un compromiso con la cobertura sanitaria universal", refiere el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
Una forma de mejorar la cobertura es adoptar enfoques integrales más centrados en las personas.
En el caso de los menores, los programas de salud infantil no siempre se centran adecuadamente en la TB: la mitad de los niños con TB no tienen acceso a una atención de calidad, y solo una cuarta parte de los niños menores de 5 años de familias afectadas reciben actualmente tratamiento preventivo.
La farmacorresistencia sigue siendo otro impedimento para acabar con la TB.
En 2018, se calcula que hubo medio millón de nuevos casos de TB farmacorresistente. De estas personas, solo una de cada tres estaba recibiendo tratamiento.
La nueva guía de la OMS tiene como objetivo mejorar el tratamiento de la TB multirresistente mediante la adopción de regímenes totalmente orales que son más seguros y eficaces. La guía forma parte de un paquete de medidas más amplio que fue publicado el 24 de marzo de 2019 (Día Mundial de la Tuberculosis) con el fin de ayudar a los países a acelerar los esfuerzos para erradicar la enfermedad.
"La OMS está trabajando estrechamente con los países, los asociados y la sociedad civil para acelerar la respuesta a la TB", dijo la Dra. Tereza Kasaeva, Directora del Programa Mundial contra la Tuberculosis de la OMS.
"Trabajar en diferentes sectores es clave si queremos acabar con esta terrible enfermedad y salvar vidas", apuntó.