Tejer sin hilos: El secreto del arte Namadali
Estas mantas artesanales creadas sin una sola costura, nacidas de la unión de fibras entrelazadas con la humedad y la presión, revelan la precisión y el oficio de sus creadores
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Tejer sin hilos: El secreto del arte Namadali
El arte de Namadali es una práctica distintiva de la provincia iraní de Guilán, no por azar nombrada patrimonio cultural en el país.
Su proceso artesanal, basado en enrollar y comprimir telas de lana, es uno de sus grandes encantos. Estas mantas creadas sin una sola costura, nacidas de la unión de fibras entrelazadas con la humedad y la presión, revelan la precisión y el oficio de sus creadores.
También lo son las leyendas que envuelven sus diseños, inspirados en la naturaleza local: flores, árboles, animales y paisajes imponentes. El uso de colores vivos como el rojo, azul, verde y amarillo deviene expresión la vitalidad y alegría de la región.
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Su historia se remonta a la época el profeta Soleiman quien tuvo un hijo pastor. El joven deseaba crear un textil con la lana de sus ovejas, pero tras repetidos intentos fallidos, golpeó la lana con desesperación mientras lloraba sobre ella. Sus lágrimas la humedecieron y las fibras se entrelazaron, dando origen al primer fieltro.
Inspirado en esa leyenda, este es un tejido que se fabrica sin telar, mediante dos principios básicos: humedad y presión. Durante su elaboración, es necesario verter agua sobre capas de materiales que se comprimen hasta que las fibras se adhieren formando una sola pieza.
El material más común es la lana de oveja, esquilada en primavera. Sus fibras largas, disponibles en distintos colores, permiten completar una pieza en un solo día de trabajo, lo que mantiene su costo accesible. Sin embargo, el proceso es físicamente exigente.
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— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) December 6, 2024
Para crear una manta o una estera, el artesano dispone trozos de lana de colores sobre Karbas, una tela también usada para lienzos, siguiendo el diseño deseado.
Tradicionalmente, estas piezas son usadas para cubrir suelos, aunque también sirven para elaborar fundas de korsi (una mesa baja con calefactor usada en Irán), cobertores para caballos, utensilios domésticos, muñecas y prendas de vestir.
El pueblo histórico de Qasemabad, en Guilán, es célebre por su rica tradición artesanal, especialmente por el Namadali. La región también destaca por la danza Qasemabadi, una expresión cultural que celebra la identidad y el espíritu.