Petra, el tesoro que se hizo piedra
La ciudad de los nabateos está medio excavada en la roca y rodeada de montañas que se funden entre pasadizos y gargantas.
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Petra, el tesoro que se hizo piedra. Foto: AFP.
Muchos evocarán en su memoria, al oír hablar de Petra, las imágenes de Indiana Jones enfilando un estrecho cañón y encontrándose de pronto con la hermosa fachada de un templo en cuyo interior llevaba siglos escondido el Santo Grial. Un tesoro en el desierto. O más bien, El Tesoro, al Khazneh.
Situada entre el mar Rojo y el mar Muerto, Petra está en un valle de la región montañosa de Edom, al este del valle de Arabá, 200 kilómetros al suroeste de la capital jordana, Amán, a la que se accede en unas tres horas en coche.
La ciudad de los nabateos está medio excavada en la roca y rodeada de montañas que se funden entre pasadizos y gargantas.
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El ingenioso sistema de gestión del agua permitió el surgimiento de asentamientos en esta zona, caracterizada por la arenisca roja que aporta misticismo y belleza.
Sin duda, el valor de Petra reside en la vasta extensión de la elaborada arquitectura: tumbas y templos, espacios religiosos, canales, túneles, presas, cisternas y embalses que aún se conservan.
Lugares para visitar
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Al Khazneh al final del Siq
Entre los rincones más destacados se encuentra el Siq, el estrecho desfiladero que conduce al Tesoro, la fachada más fotografiada de la ciudad.
La grieta, formada por la fractura de la montaña, muestra paredes erosionadas en curvas de colores que los nabateos y romanos aprovecharon para colocar nichos, estatuas y hornacinas que señalaban el camino.
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Antes de adentrarse en el cañón, se pueden observar dos monumentos que dan la bienvenida: la Tumba de los Obeliscos, a la izquierda, y los Bloques del Djinn, a la derecha, estructuras cúbicas gigantes cuya función sigue siendo un misterio.
Dentro de Petra, la arquitectura sigue sorprendiendo. Sobresalen el teatro, que podría datar de principios del siglo I durante el reinado de Aretas IV; la Torre Conway, construida como estructura defensiva en el norte de la ciudad; y el complejo de la iglesia, erigido sobre capillas y estructuras nabateas.
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Tumba Urna.
Igualmente impresionante es la capilla de la Urna, un monumento elegante y vistoso tallado en la pared del acantilado al pie de la cresta de Khubtha.
Mientras que Umm al Biyara, la montaña más alta de Petra, ubicada a mil 161 metros sobre el nivel del mar, fue el primer sitio edomita de la Edad de Hierro, excavado en la década de 1960.
El Parque Arqueológico de Petra ocupa una superficie de 264 mil metros cuadrados en Wadi Musa.
La zona abarca un impresionante paisaje de montañas rocosas de tonos rosados, y su centro es la asombrosa y antigua ciudad nabatea de Petra, excavada en la roca hace más de dos mil años.